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La conquista de México en la Historia cronológica (1692) de Juan Buenaventura Zapata y Mendoza*
The Conquest of Mexico in Juan Buenaventura Zapata y Mendoza’s Historia cronológica (1692)

Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, vol. 10, núm. 1,

Instituto de Estudios Auriseculares

Alejandro Javier Viveros Espinosa

Universidad de Chile, Chile

Recibido: 07/05/2021

Aceptado: 09/07/2021

Resumen: Este ensayo busca desarrollar una interpretación crítica sobre la Historia cronológica de la Noble Ciudad de Tlaxcala (1692) de Juan Buenaventura Zapata y Mendoza identificando sus principales contenidos y subrayando específicamente aquellos relativos a los acontecimientos de la conquista de México.

Palabras clave: Conquista de México, Tlaxcala, Zapata y Mendoza, Historia cronológica.

Abstract: This essay seeks to develop a critical interpretation on the Historia cronológica de la Noble Ciudad de Tlaxcala (1692) written by Juan Buenaventura Zapata y Mendoza. To this purpose I will identify its central contents and underline specifically those related to the events of the conquest of Mexico.

Keywords: Conquest of Mexico, Tlaxcala, Zapata y Mendoza, Historia cronológica.

¿Cómo acreditar a su raza en un siglo que tan terriblemente mal la trataba? El indio Severiano concibió una estrategia fulminante: sería el primero en evitar la incertidumbre humana sobre el paso de los días, nunca lo sorprenderían la prisa o el retraso. Les daría una lección a quienes despreciaban a los indígenas, a esa «gente de razón» tan incapaz de encarnar el dominio del hombre sobre el tiempo1.

Problematizar la conquista de México es también problematizar los usos y las intencionalidades que provoca para el discurso historiográfico contemporáneo, ya a quinientos años de sus principales acontecimientos. Proponemos volver a preguntar por la conquista de México esta vez como un ejercicio de rememoración y reconstrucción cultural desde las voces de los propios indígenas. Para ello hemos escogido un caso particular y escasamente trabajado dentro del canon decrónicas indígenas en la Nueva España, esto es, la Historia cronológica de la Noble Ciudad de Tlaxcala de Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, obra escrita en lengua náhuatl entre 1662 y 1692 que expone una amplia cantidad de contenidos e informaciones sobre la sociedad tlaxcalteca colonial. En éstas buscaremos funcionalizar aquellas que guardan relación con los acontecimentos de la conquista de México desde una perspectiva indígena.

El manuscrito de la Historia cronológica se compone de ciento veinte fojas y se encuentra actualmente en la Biblioteca Nacional de Francia, en el Fondo de Manuscritos Mexicanos, clasificado con el número 212. Atribuido a Zapata y Mendoza, un integrante de la élite tlaxcalteca durante el siglo xvii, ha sido catalogado dentro del canon de la historiografía indígena novohispana y, específicamente, como parte de la tradición historiográfica tlaxcalteca. Sin embargo, los estudios sobre su obra no son demasiados, comparados con la abundante literatura sobre las crónicas y las relaciones geográficas del siglo xvi. Ciertamente, esta es una crónica indígena que se inscribe en una tradición específica y a lo largo de numerosas páginas narra y reconstruye los eventos y los acontecimientos en el «lugar de la tortilla», Tlaxcallan. Como parte de una tradición de tlacuilos y nahuatlatos, de letrados y cronistas indígenas novohispanos2, la Historia cronológica fue ideada y escrita por del propio Zapata y Mendoza, su hijo del mismo nombre y su colega Manuel de Santos y Salazar; siendo parte de la colección que Lorenzo Boturini cargó en su forzada salida de Nueva España en el siglo xviii3. La Historia cronológica es uno más de los célebres anales que recopilan una amplia variedad de informaciones, configurando un «texto cultural»4 complejo que canaliza la necesidad e intención, por los propios tlaxcaltecas, de escribir una historia alternativa.

Estudios sobre la Historia cronológica

Dentro de los estudios interpretativos que se han desarrollado en torno a la Historia cronológica enfatizamos el análisis de Kelly McDonough en términos de un intelectual indígena, letrado, que participa del poder como representante político de la élite tlaxcalteca5. En el campo de los estudios coloniales latinoamericanos, los intelectuales indígenas han sido en cada vez más trabajados, rompiendo con la asociación conceptual entre lo indígena y la oralidad en oposición a la palabra escrita y el mundo europeo. Avant la lettre, la proliferación de textos náhuatl en México colonial indica que esta suposición es falaz6. Este es precisamente el punto de partida del estudio de McDonough, quien rastrea la importancia política y cultural del mundo intelectual nahua desde el período colonial hasta la actualidad. Su análisis sobre Zapata y Mendoza reconoce cómo la historia de los anales o Xiuhpohualli (contar los años) registra hechos relevantes para la política, sobre todo como parte de las actividades centrales del concejo municipal de Tlaxcala. Para finales el siglo xvii, cuando Zapata y Mendoza escribe esta crónica, los privilegios políticos y económicos que se habían otorgado a Tlaxcala por su temprana alianza con Cortés estaban bajo una presión creciente por parte del orden colonial. En este respecto, la Historia cronológica captura este contexto de crisis y sus conflictos como esfuerzos infructuosos de las autoridades para defender sus fueros y derechos especiales en tanto élite indígena, enfatizando su linaje prehispánico, la lealtad a la Corona hispana y su verdadera conversión al cristianismo. Recuperando estas informaciones y modelando métodos de investigación colaborativos, McDonough destaca la ambivalencia política del trabajo de algunos de estos intelectuales indígenas. Aquí se refuerza la idea en la cual los líderes indígenas definen y manipulan los «discursive pillars of Tlaxcalan authority and rights»7. Estos pilares discursivos en ocasiones facilitaron la imposición de las formas colonizadoras de poder estatal, por ejemplo en la evangelización en el siglo xvi, pero también constituyeron una táctica para negociar la dominación y, por ello, como un valioso recurso para la supervivencia lingüística y cultural durante todo el período colonial.

Remarcamos también los estudios de Camilla Townsend, quien se enfoca en la obra de Zapata y Mendoza como parte de las memorias de la nobleza indígena tlaxcalteca8. Townsend ofrece pistas invaluables para comprender las ideas de la historia y el oficio de historiador entre los intelectuales nahuas. Su lectura persiste en la continuidad de la tradición de los anales o Xiuhpohualli hecha en el mundo cultural nahua desde tiempos prehispánicos y que va desde el anonimato de los contadores de días y años, entendidos como parte de la formación de un grupo de élite, hasta la consolidación de intelectuales e historiadores nahuas como un grupo de letrados que, ya en tiempos coloniales, ponen en manifiesto un quehacer, por una parte, mezclado, y por otra, todavía aislado. Así lo indica:

Nahua historians were always concerned with the survival of their people; they dreaded being subsumed in their relations with others. The arrival of the Spaniards made that issue all the more pressing. Their work reveals two profoundly different schools of thought as to the strategies most likely to ensure survival. Most believed deeply in adopting the new without obliterating the old, and they applied this to the writing of history as much as to agriculture or religion. But just as in ages past, there were some individuals who were more aware of feeling anger —or at least something akin to that emotion— in their dealings with the powerful outsiders. They prized a version of their history that they deemed pure and attempted to isolate it from contaminating European influences9.

En este contexto, Townsend clasifica a Zapata y Mendoza como letrado y nahuatlato que defiende su lugar (y sus privilegios) como parte de una élite indígena en la sociedad novohispana a partir de la producción de materiales y documentos escriturales que recopilan y reconstruyen, en este caso, los orígenes y los principales eventos de su historia. En el relato de la Historia cronológica se registra, actualiza y legitima una experiencia histórica que retoma a los anales como un estilo narrativo útil y fundamental, sin por ello cerrarse a la multiplicidad de fuentes y textos culturales, acuñados dentro y fuera de la tradición historiográfica tlaxcalteca. Sobre ello, sostiene:

Zapata’s work includes materials from other Tlaxcalan annals, and other Tlaxcalan annals copy materials from him. Indeed, they are literally all genetically related, each sharing a peculiar phrase or error with at least one other. However, it is far from sufficient to say that Zapata was simply one of many authors borrowing from others. His annals are far more detailed than any others in his region or era. His contain materials found in no other Tlaxcalan annals10.

En su análisis sobre la Historia cronológica Townsend destaca un elemento relativo a la circulación de la obra y, sobre ello, a las resonancias de historiadores nahuas que apelan a la tradición de los anales como basamento para sus relatos. El efecto de estas resonancias se juega en los espacios de decisión política y los grados de autonomía y poder que la élite tlaxcalteca logró construir a lo largo del período colonial11. Sin embargo, hay una especie de ironía pues la obra de Zapata y Mendoza, el más dedicado a mantener la pureza de todo lo náhuatl y a vivir una vida relativamente aislada de los españoles cristianos, afectó directamente a la historiografía hispánica a través de la circulación de su obra propiciada por Manuel de Santos y Salazar12.

En este sentido, es prudente integrar las propuestas de Peter Villella quien subraya el lugar de Manuel Santos y Salazar como un co-autor relacionado, especialmente, con la finalización y circulación del manuscrito. Villella sigue una aproximación bio-bibliográfica en la cual remarca las relaciones de parentesco entre las élites indígenas y cómo a través de ellas se dispone un acervo cultural de valor incalculable en los litigios con el orden colonial. En su aproximación potencia una lectura en la cual la obra se entiende como un entramado colaborativo en constante construcción y corrección, que evidencia la reconfiguración de la identidad de Tlaxcala y de su élite indígena13.

Elementos fundamentales para esta comprensión en torno a la élite tlaxcalteca y el orden colonial son mencionados por Andrea Martínez, considerando a la obra de Zapata y Mendoza, entre otras fuentes históricas indígenas, en el contexto de las relaciones políticas con la Corona hispana y sus instituciones en Tlaxcala a lo largo del periodo colonial. Su tratamiento sobre Zapata y Mendoza logra demostrar la progresiva presión del orden colonial durante el siglo xvii, y cómo la tradición historiográfica tlaxcalteca reconsidera sus posiciones de poder y negociación entre las élites tlaxcaltecas y las instituciones coloniales en defensa de sus fueros y autonomía política14.

Grosso modo, es posible afirmar que la Historia cronológica es un texto cultural difícil y complejo, sin embargo, debido a su amplitud cronológica y multiplicidad de contenidos es capaz también de describir y dar luces sobre diferentes dimensiones de la sociedad tlaxcalteca durante el período colonial. Siguiendo los estudios referidos, proponemos desarrollar un análisis interpretativo sobre la Historia cronológica que identifique las partes de la obra junto con sus contenidos centrales y que, dentro de éstos, se focalice en aquellos relacionados con la conquista de México y sus acontecimientos registrados entre 1519 y 1521.

La conquista de México en la Historia cronológica

Las ciento veinte fojas de la Historia cronológica pueden ser divididas en cuatro partes temáticas complementarias y cronológicamente progresivas. La primera parte corresponde a las fojas 1r a 5r, tituladas Origen de la nación tlaxcalteca. La segunda parte se inicia en la foja 5v y termina en la foja 37v y contiene informaciones entre los años 1310-1654. La tercera parte considera desde la foja 37v hasta la 120r, siendo el grueso de la obra y abordando el período entre 1658-1689. La cuarta parte, la más breve, está en la foja 120v con dos párrafos escritos por el hijo homónimo de Zapata y Mendoza15. Las primeras cinco fojas refieren al origen de los tlaxcaltecas, su migración y sus fundadores chichimecas. Esta sección de la Historia cronológica permite pensar en una tradición historiográfica tlaxcalteca en circulación que, según el estudio introductorio de Reyes y Martínez, es posible analizar en términos de la intertextualidad con otras producciones escriturales del área cultural nahua, principalmente, con el capítulo V del Anónimo Mexicano atribuido a Benito Itzcacmacuextli16. En términos del estilo, esta sección se escribe en prosa, no sigue un orden cronológico y contiene los relatos del origen en el mítico Chicomoztoc, del inicio de la migración bajo el liderazgo de Ce tecpatl o Uno pedernal, del asentamiento en el valle de Tlaxcala, de sus conflictos y relaciones con otros grupos en territorios colindantes (acolhuas, chalcas, cholultecas, huexozincas y, principalmente, con los mexicas), concluyendo con informaciones sobre el año 1527.

Ya hacia el final de la primera sección Zapata y Mendoza introduce en su relato el encuentro con Cortés, el bautizo de las cuatro cabeceras y, por cierto, algunas noticias sobre la conquista.

§ 44. Yn iquc huala capitan general don Hernando Cortes yn quiquayatequique tlatoque clerico Juan Diaz Xicotecatl Maxixcatzin Citlalpopocatzin Tlahuexolutzin ayamo huel momatia.

[Margen izquierdo: Venida de Cortes. S.S.].

§ 45. Yhuan ocçequi tlatoque moquayatequique yn iquac hualaque yeyme yntoca frayles ome misachiuhque. Y çe fray Juan yn ocçe amo tictocamatque auh ynic yey ytoca fray Pedro de Cante17.

La traducción de Reyes y Martínez señala:

§ 44. Cuando vino el capitán general Hernando Cortés el clérigo Juan Díaz bautizó a los tlahtoque: Xicotencatl, Maxixicatzin, Citlalpopocatzin, Tlehuexolotzin. Aún no se sabía bien [de que se trataba]

[Margen izquierdo Venida de Cortés].

§ 45. Y los otros tlahtoque se bautizaron cuando vinieron tres de los llamados frailes. Dos de ellos hacían misas. Uno era fray Juan, el otro no le conocimos su nombre y el tercero se llamaba fray Pedro de Gante18.

Un poco más adelante sostiene:

Ypan xihuitl 1521 oacico tlanahuatil ynic opapacohuac yhuan otlatlanque nahuintin tlatoque tlen quimomahuisotilia yn Caxtilan yn christianos oncan omacia oquihtoque yehuatzin senquisca ychpochtli Santa Maria Asunpçion19.

Reyes y Martínez traducen:

En el año de 1521 llegó el aviso por el cual hubo festejos. Los cuatro tlahtoque preguntaron a los que ahí llegaban: «¿Qué honran los cristianos en Castilla?». Dijeron: «A la siempre Virgen Santa María Asunción»20.

Las otras tres partes de la Historia cronológica son extensas y detalladas, agrupando diferentes acontecimientos desde el año 1310 hasta 1692 siguiendo al estilo de los anales e inscribiéndolos acorde al avance progresivo de los años. Los temas que se abordan son variados y, sin duda, nos permiten conocer los avatares en la vida cotidiana de la clase dominante, la élite tlaxcalteca, tlahtoque o pipiltin, como también nos entrega múltiples informaciones sobre eventos medioambientales y astronómicos, religiosos y político-económicos, entre otras informaciones misceláneas.

Pues bien, en este contexto es posible reparar en algunos elementos específicos referidos a los años 1519, 1520 y 1521, y que articulan el relato de la Historia cronológica en torno a los eventos de la conquista de México. Así los refiere in extenso Zapata y Mendoza:

§ 127. [Sobre el reglón: 1] Acatl xihuitl [Margen derecho: 1519] yn iquac hualaque españolestin yacuican açico nican Tlaxcallan quinamiquenahuitin tlatoque Xicotecatl Maxixcatzin Çitlalpopocatzin Tlahuexolutzin Quetzalcohuatzin yn açico espanoles ypan hochpanitztli quinamique ocçequitin tlatoque yaotequihuaque

[Margen izquierdo: Dibujo de tres cruces. Yniquac huala don Hernando marquez

[Margen derecho: en el mes de septiembre a 13 día de San Lino Papa y Martyr. S. S]

[Margen inferior rúbrica: Mendoza]21.

§ 128. [Sobre el renglón: 2] Tecpatl xihuitl [Margen derecho: 1520] yn iquac mochiuh huey çahuatl yhuan yquac moxinque acaltin y nican Atenpan yhuan ypan yn Tlamaçeuhcatzin ça yaqui ça poliuh amo huel nezqui ynic miqui çan iquac tecuitique Tiaquiztlatlohuatzin Mexico yehuatl tecuitl Xiupiltzintli Cuitlizcatl yhuan yquac miqui Mexico Motecueçomatzin çan caxtolxiuhtica omey yca yn quimotlanehui tlatocayotl yhuan Cacamatzin niman motlatocatlali Tecocaltzin yn iquac miqui Tlacateotl Popocatepehuan.

[Margen izquierdo: huey çahuatl yhuan acali moxi yhuan Tlamaçeuhcatzin.

La noche triste de Mexico fue a 10 de julio. S.S.

Don Lorenço Tianquiztlahtoatzin].

§ 129. [Sobre el renglón: 3] cali xihuitl [Margen derecho: 1521] yn iquac poliuhque mexica yhuan yquac quipiloque Axayacatzin Tezcoco Blas Osorio yta yquac teocuitlachimali quimacaque capitan marquez yhuan peuhqui teocuitlatequitl yhuan yquac teotic Tependes yhuan ocan miqui Tecocoltzin yquac poliuhque mexica yhuan yquac quipiloque Xayacamacha Tezcoco.

[Margen izquierdo: mexica poliuhque

A 13 de agosto, dia de San Hipolyto, martes se gano Mexico y llego la nueva en Tlaxcala miércoles en la tarde y el juebes festejaron la nueba y escojieron por patrona a Nuestra Señora de La Asumpción. S.S]22

La traducción de Reyes y Martínez sostiene:

§ 127. Año [Sobre el reglón: 1] acatl. [Margen derecho: 1519] Entonces vinieron los españoles, por primera vez llegaron aquí a Tlaxcala. Los recibieron los cuatro tlahtoque: Xicotencatl, Maxixicatzin, Citlalpopocatzin, Tlehuexolotzin, Quetzalcohuatzin. Llegaron los españoles en [el mes] Ochpaniztli. Lo recibieron además otros tlahtoque funcionarios de la guerra [yaotequihuaque].

[Margen izquierdo: Entonces vino Don Hernando el marqués] [Dibujo de una cruz con peana y dos cruces de San Andrés al lado]

[Margen derecho: en el mes de septiembre a 23 día de San Lino Papa y mártir]

[Margen inferior rúbrica: Mendoza]23.

§ 128. Año [Sobre el renglón: 2] tecpatl. [Margen derecho: 1520] Entonces ocurrió la viruela grande [huey zahuatl]. Fue entonces que se labraron las naves aquí en Atenpan. Y en ese entonces [sucedió] lo de Tlamaceuhcatzin, que se fue, sólo se perdió, no se aclaró de que manera murió. Asimismo entonces, en México, se convirtieron en teteuhctin Tianquiztlatohuatzin y el teuchtli Xiuhpilztintli de Cuitlixco. Y en ese entonces en México murió Motecuczomatzin, sólo durante dieciocho años tuvo prestado el señorío [tlatohcayotl]. Además [murió] Cacamatzin y luego se estableció como tlahtoani Tecocoltzin en Tezcoco. Entonces murió Tlacateotl Popocatepehuan.

[Margen izquierdo: Viruela grande y se labraron las naves y lo de Tlamaceuhcatzin.

La noche triste de México fue a 10 de julio.

Don Lorenzo Tianquiztlahtoatzin]

§ 129. Año [Sobre el renglón: 3] calli. [Margen derecho: 1521] Entonces fueron conquistados los mexicas. Y en ese entonces ahorcaron en Tezcoco a Axayacatzin, padre de Blas Osorio. Entonces le dieron al capitán marqués un escudo de oro y se inició el tributo en oro. Entonces se divinizó Tependes. Y en ese entonces murió Tecocoltzin.

Entonces fueron conquistados los mexicas y entonces, en Tezcoco, colgaron a Xayacamacha.

[Margen izquierdo: Fueron conquistados los mexicas.

A 13 de agosto, día de San Hipólito, martes se ganó México y llegó la nueva en Tlaxcala miércoles en la tarde y el jueves festejaron la nueva y escogieron por patrona a Nuestra Señora de la Asunción]24.

En estas citas se condensan las informaciones de Zapata y Mendoza respecto a los eventos de la conquista de México. Aquí es necesario descomponer y analizar los contenidos, subrayando en particular cómo en ellos se construye una apreciación alternativa sobre los eventos de la conquista de México. En consecuencia, un primer elemento distintivo es la referencia a los españoles en una generalidad, distinguiendo en la anotación al margen a «Don Hernando el marqués», ni como capitán ni como conquistador. Al mismo tiempo, la fecha del contacto con los tlaxcaltecas y no la llegada previa de Cortés a las costas de Veracruz es el hecho que se recuerda en este relato. El encuentro de los españoles es con las cuatro cabeceras o tlahtoque de Tlaxcala, quienes los reciben y quienes además son individualizados, a ellos agrega también a otros líderes guerreros o yaotequihuaque.

1520 se inicia con una descripción sobre gran impacto de la viruela (huey zahuatl). Una información relevante debido a la inminente caída demográfica en los próximos años. Esto se complementa con una breve indicación al lugar de la construcción de los célebres bergantines que serán centrales en el sitio y la caída de México-Tenochtiltan. Las informaciones siguientes refieren a los líderes tlaxcaltecas, donde los nombres mantienen algunas variantes. Por ejemplo, Tlamaceuhcatzin es un líder de Ocotelulco que participó en el recibimiento a Cortés. Tianquiztlatohuatzin es una referencia al cacique don Lorenzo Maxixicantzin25. Es muy sugerente cómo se complementa utilizando los términos teteuhctin y teuchtli relativos a los grados dentro de la alta nobleza nahua26. En estos tlahtoque se remarca su importancia señalando que recibieron sus cargos en la Ciudad de México. La siguiente indicación remite a la muerte de Moctezuma y el período de su señorío o tlatohcayotl. A continuación se incluye una referencia a la muerte del tlahtoani Cacamatzin, a quien se conoce debido a su rebelión frente a Cortés, y al nombramiento o imposición de su hermano Tecocoltzin como nuevo señor de Texcoco por el conquistador27. En las anotaciones al margen notamos que se recuerda la Noche Triste con una fecha errada, probablemente debido al malentendido en la correlación y las equivalencias entre los calendarios mesoamericanos, juliano y gregoriano o bien a la creación de «calendarios ficticios»28.

Para 1521 el relato inicia con la aseveración de la conquista de México y prosigue con el ajusticiamiento de Axacayacatzin en Texcoco, señalando también a su hijo bautizado con nombre cristiano. Un elemento ineludible es cómo el Capitán Marqués recibió un «escudo de oro» que inicia «el tributo en oro» y representa, simbólicamente, a la alianza (en términos de una voluntaria sujeción) de Tlaxcala con la corona hispana. En el término Tependes pareciera haber un error de escritura, el original en náhuatl dice teotic Tependes no estando clara ninguna referencia, siendo atribuido por Reyes y Martínez a «un error en la escritura del texto»29. Luego, se refiere a la muerte de Tecocoltzin, quien no tuvo tiempo ni autoridad para gobernar. Al final se inscribe la afirmación fundamental, «fueron conquistados los mexicas» y que se complementa con la información sobre el colgamiento de Xayacamacha como una referencia a alguien proveniente de la cabecera de Tizatlán, fundada por Xayacamachan. Esta indicación pareciera estar relacionada a Xicoténcatl el joven, para quien se reutiliza el nombre del fundador de su cabecera30. En las notas marginales destacamos que reitera el eje de las informaciones: «fueron conquistados los mexicas» e integra la fecha, esta vez correcta, de la caída de México-Tenochtitlan, el martes 13 de agosto. Subrayamos que el texto indica que la noticia llegó al día siguiente a Tlaxcala, y que el día subsiguiente, jueves, hubo una celebración en la cual tomaron a Nuestra Señora de la Asunción como virgen patrona. En este respecto, destacamos el texto de Federico Navarrete que problematiza las relaciones discursivas en el simbolismo de la Virgen María y el cerro rebautizado como La Malinche en Tlaxcala31. Recientemente Navarrete ha estudiado la reconstrucción identitaria tlaxcalteca a través del imaginario de Malintzin, reivindicando los elementos culturales de intercambio y des-encubriendo las relaciones de interdependencia y negociación que operan entre los horizontes culturales hispanos y tlaxcaltecas32.

Sin duda los eventos relatados tienen un tratamiento que no es el tradicionalmente presente en las acuciosas descripciones hechas por otros cronistas indígenas en la Nueva España de los siglos xvi y xvii. Consecuentemente, podemos decir que la información es lacónica dentro del conjunto de la obra, estando claramente focalizada en el relato desde la perspectiva de los tlaxcaltecas y de sus tlahtoque. Salvo la necesidad político-simbólica de reconocer al Capitán Marqués, lo más destacable del relato sobre la conquista de México es que se concentra en los actores indígenas de la misma. La Historia cronológica nos da a entender que la conquista de México es parte fundamental del relato de cómo se forjó una alianza políticomilitar-espiritual, de cómo hubo enfermedad y calamidad, y de cómo esta alianza construyó un nuevo horizonte identitario y cultural para los propios tlaxcaltecas.

Consideraciones finales

¿Cuáles son entonces los sentidos de la conquista de México presentes en la Historia cronológica? ¿Hacia dónde conduce nuestra reinterpretación de las ideas de Zapata y Mendoza? En nuestro análisis de la Historia cronológica es posible observar un ejercicio de posicionamiento enunciativo dentro del mundo político y cultural novohispano. Las referencias a los eventos de la conquista son, por cierto, breves, pero directas y decidoras. En ellas se identifican claramente tanto hechos y personajes, fechas y lugares, como sus respectivos contenidos políticos y simbólicos. En este respecto, se ha señalado la elisión de la conquista en otros textos culturales coloniales33, en otras crónicas pero especialmente en los títulos primordiales. Esto podría ser problematizado en términos de una ausencia, una reticencia, o bien una omisión deliberaba hacia ciertos elementos discursivos que involucran a los eventos de la conquista de México. Ciertamente, este es un espectro de interpretación que no podemos apartar y que, además, remarca las múltiples utilidades e intencionalidades de los textos culturales de producción indígena. Sin embargo, debemos establecer que las referencias de la Historia cronológica, aunque lacónicas, no dejan de lado la centralidad de la conquista como acontecimiento o kairós en la reconfiguración de Tlaxcala y de la autoridad e historia política de su élite indígena. Entremedio de un ejercicio de adaptación y supervivencia identitaria y cultural, la Historia cronológica nos habla sobre la afirmación de una experiencia histórica indígena, una historicidad alternativa, que se construye a través de la producción y la mantención de relaciones de alianza y conflicto, de negociación y agenciamiento, con el orden colonial novohispano. Hemos sostenido una discusión teórico-metodológica que nos permite insistir en la multidireccionalidad o polifonía como plataforma para una reflexión crítica en torno a los sentidos de la conquista de México. En ese contexto, la Historia cronológica «da forma» o bien compone una posición de enunciación que no se resta de ser parte activa de un proyecto mayor, por cierto, civilizatorio, que acontece en Nueva España y en el cual Tlaxcala es un participante inicial y fundamental.

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Notas

* Resultado del proyecto ANID-FONDECYT Regular Núm. 1200059, «Códices, crónicas y palimpsestos. Reflexiones filosófico políticas en las traducciones culturales de indios letrados en el mundo cultural novohispano (1552-1692)».

1 Monsiváis, Nuevo catecismo para indios remisos, p. 71.

2 Lockhart, 2015, pp. 554-557.

3 Boturini, Idea de una Nueva Historia General de la América Septentrional, pp. 131-151.

4 Bachmann-Medick, 2016.

5 McDonough, 2014.

6 Ramos y Yannakakis, 2014.

7 McDonough, 2014, p. 65.

8 Townsend, 2014.

9 Townsend, 2017, p. 10.

10 Townsend, 2017, p. 191.

11 Townsend, 2018.

12 Townsend, 2017, pp. 206-210.

13 Villella, 2012.

14 Martínez, 2014, pp. 321-412.

15 Reyes, 2018, p. 136.

16 Reyes y Martínez 1995, pp. 37-48; Reyes, 2018, pp. 137-141.

17 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 96.

18 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 97.

19 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 102.

20 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 103.

21 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 130.

22 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 132.

23 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 131.

24 Zapata, Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 133.

25 Reyes y Martínez, 1995, p. 655.

26 Schroeder, 1991, pp. 169-173.

27 López de Gómara, La Conquista de México, pp. 212-214.

28 Reyes, 2018, p. 144.

29 Zapata Historia cronológica de la noble ciudad de Tlaxcala, p. 653.

30 Muñoz Camargo, Descripción de la ciudad y provincia de Tlaxcala, p. 170.

31 Navarrete, 2007.

32 Navarrete, 2019, pp. 100-107.

33 Wood, 2012; Lockhart, 2015; Pastor, 1988.

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