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Hurtos y estrategias de apropiación y encubrimiento en la Descripción general del mundo (1684) de Pedro Cubero
Ripp-offs and Strategies of Appropriation and Cover-up in Descripción general del mundo (1684) by Pedro Cubero

Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, vol. 10, núm. 2,

Instituto de Estudios Auriseculares

Jorge Martín García

Universidad de Salamanca ESPAÑA, España

Recibido: 22/03/2022

Aceptado: 11/05/2022

Resumen: En 1684, el afamado misionero Pedro Cubero publica en Nápoles la llamada Descripción general del mundo y notables sucesos de él. Según el título del texto y las propias explicaciones de Cubero, esta obra pretendía repasar los principales acontecimientos de la historia universal, así como una visión panorámica de la geografía física y humana de las cuatro partes del mundo. Sin embargo, un rápido vistazo del texto demuestra lo incoherente de su resultado, pues este se centra casi por entero en tratar los orígenes y la conquista del Tahuantinsuyo. La causa de esta incongruencia resulta clara: el libro de Cubero es un enorme plagio de la Miscelánea Antártica de Miguel Cabello Valboa. Nuestro estudio pretende analizar los mecanismos empleados por Cubero para hacer suya la obra de Cabello Valboa y ocultar su hurto. Asimismo, trataremos de especular acerca de las posibles causas de esta maniobra del misionero, de acuerdo a su trayectoria vital y literaria.

Palabras clave: Plagio, Pedro Cubero, literatura virreinal, estrategias de autor.

Abstract: In 1684, the famous missionary Pedro Cubero published in Naples the book called Descripción general del mundo y notables sucesos de él. According to the title of text and Cubero’s own explanations, this work intended to review the main events of universal history, as well as a panoramic view of the physical and human geography of the four parts of the world. However, a quick approach to the text demonstrates the incoherence of its result, since it focuses almost entirely in dealing with the origins and conquest of the Tahuantinsuyo. The cause of this inconsistency is clear: Cubero’s book is an enormous plagiarism of the Miscelánea Antártica by Miguel Cabello Valboa. Our study aims to analyze the mechanisms used by Cubero to endorse the work of Cabello Valboa and hide your theft. Likewise, we will try to speculate about the possible causes of this maneuver of the missionary, according to his vital and literary trajectory.

Keywords: Plagiarism, Pedro Cubero, Colonial literature, Author strategies.

En 1684, el impresor napolitano Salvatore Castaldo publica la Descripción general del mundo y notables sucesos de él, obra compuesta por el célebre trotamundos Pedro Cubero Sebastián 1 . Las andanzas de este misionero se plasmaron en varios textos anteriores, donde destaca la Peregrinación del mundo (1682), ejemplar también editado en Nápoles, que relataba las peripecias del predicador apostólico en su vuelta al mundo realizada de oriente a occidente. Si examinamos la citada Descripción con detenimiento, podemos encontrar una serie de particularidades llamativas, tanto en lo relativo a la edición del texto como a sus contenidos.

Para empezar, se conservan dos versiones de la edición partenopea de la obra de Cubero: una de ellas dedicada a la Virgen del Pilar, mientras que la otra se ofrece a Carlo Maria Carafa. Esta es la principal diferencia entre ambas, que se manifiesta tanto en la portada como en uno de los paratextos. Así, el segundo folio de la primera versión mencionada lo ocupa una dedicatoria a la «Reina de los Ángeles», en la que Cubero expone una serie de lugares comunes y máximas procedentes de autoridades, como Pedro Crisólogo o Platón, para captar la benevolencia de los lectores y atraer la protección de la Virgen del Pilar. Como no puede ser menos en la trayectoria literaria del misionero, también hallamos una referencia a su «peregrinación», donde fue salvado de «notables peligros» por la dedicataria 2 .

Por su parte, la segunda de las versiones de la Descripción alberga una dedicatoria diferente, con la misma extensión que la mencionada arriba, dirigida a Carafa, embajador de Carlos II para la entrega de la Chinea al Sumo Pontífice en tiempos de la publicación del texto de Cubero. Con la información que poseemos por el momento, solo podemos hacer ciertas conjeturas para identificar el orden de las impresiones de la Descripción.

Por un lado, hemos de tener en cuenta que en ambos casos las aprobaciones del libro son idénticas y la datación más tardía de las mismas se corresponde con la firmada por Antonio de Cárdenas, que nos remite al 24 de abril de 1684 3 . Si leemos la dedicatoria a Carafa, no solo se hace mención a la entrega de la Chinea en febrero del 84, sino que aparece con fecha de 20 de marzo de ese mismo año 4 ; lo cual podría indicar la primacía en cuanto al orden de esta versión, tan ajustada a la aprobación de Cárdenas. Al mismo tiempo, en contra de esta hipótesis es posible traer a colación un comentario presente en el paratexto dirigido a Carafa. Cubero explica que, gracias a la protección del dedicatario, su obra estará a salvo de las «insinuaciones de los Zoilos» 5 . Es cierto que lo más probable es que se trate de una referencia convencional sobre los maldicientes: una antonomasia que no resulta rara en este tipo de prolegómenos 6 . Ahora bien, es posible que el autor aluda a una recepción temprana negativa del texto; sobre todo, si tenemos en cuenta los datos que vamos a aportar en nuestro estudio.

En otro orden de cosas, hallamos más elementos llamativos en estas ediciones de la Descripción que, salvo por los elementos explicados, resultan idénticas. Así, Cubero en un breve aviso dirigido al «benigno lector», además de incluir los tópicos esperables de captatio, pide disculpas por un error de impresión presente en ambas versiones. Reproducimos las palabras de Cubero: «fue repetido error del impresor intitular sus páginas hasta el número 128 con el nombre de «Peregrinación». Este no es el único defecto de la publicación, pues a partir de la página 149 encontramos encabezando el recto del segundo folio de cada cuadernillo: «Di D. Pietro Cubero Sebastian», cuando en el resto de los casos este rótulo se halla escrito en español. No parece descabellado pensar que este yerro pudiera haberlo cometido Salvatore Castaldo al aprovechar el material de impresión empleado por su cuñado Carlo Porsile, cuando publicó un año antes la versión italiana de la Peregrinación 7 . Asimismo, que permanezcan estos errores en ambas versiones podría revelar cierta premura en la publicación de la segunda de las mismas, lo que podría favorecer la hipótesis de identificar esta con la dedicada a Carlo María Carafa.

Junto a estas irregularidades, queremos hacer hincapié en el conciso resumen de los contenidos de la Descripción que alberga el aviso a los lectores. Tras lamentarse por los fallos descritos, Cubero escribe lo siguiente:

[El título] se corrigió […] en el de Descripción del mundo porque así me pareció siempre que le debía intitular pues en toda esta obra se describen los hechos y más notables historias del Mundo en sus cuatro partes desde su creación con la harmonía de tiempos y sucesos 8 .

Más adelante, en el proemio el autor vuelve a hacer referencia de la naturaleza de los contenidos de la Descripción. En este caso, Cubero expone una serie de lugares comunes, para captar a sus lectores, relacionados con la escritura de la Historia. De manera que el autor afirma que va a sacar «la realidad de la verdad» de entre el «caos y laberinto fabuloso» en que se encuentran una serie de hechos del pasado, contraponiendo la visión con «fictiones» de los poetas a su «estilo histórico» 9 .

Ahora bien, si leemos la Descripción encontramos un notable desajuste entre su título y los contenidos que anunció Cubero, y la materia que realmente trata el texto. Si bien es cierto que los primeros capítulos de la obra abordan una serie de generalidades sobre la creación del mundo y la geografía física y humana de sus continentes, llegando a un punto observamos cómo buena parte de la obra se centra en América. Es más, toda esta amplia sección del texto —41 capítulos de 57— recoge una detallada historia del Tahuantinsuyo y la conquista del Perú. Este planteamiento, en apariencia incoherente, responde a una causa sencilla: la Descripción de Cubero es un hurto manifiesto de la Miscelánea Antártica de Miguel Cabello Valboa.

Esta obra fue escrita en el periodo comprendido entre 1576 y 1586 por dicho sacerdote malagueño, durante sus estancias en las Audiencias de Lima y Quito. Se trata de la primera obra en lengua castellana compuesta con el marbete de miscelánea de manera explícita. Ahora bien, aunque trata los contenidos referidos arriba a propósito de la Descripción de Cubero, Cabello Valboa sí otorga unidad y coherencia al texto, pues pretende integrar el incario en el devenir de la historia universal 10 . Según indica Rose, aunque la obra no se publicó en vida del autor, parece que sí disfrutó de cierta distribución manuscrita 11 . De esta difusión nos quedan una serie de testimonios: el manuscrito guardado en la Universidad de Texas, el testimonio presente en la New York Public Library y una versión fragmentaria del texto que se encuentra en la Hispanic Society of América 12 .

Lo que está claro es que uno de los frutos de dicha transmisión manuscrita llegó a manos de Pedro Cubero, que no dudó en apropiárselo y llevarlo a la imprenta. En efecto, en el caso que nos ocupa no hablamos de uno de los procesos de refundición o imitación, que todavía formaban parte del quehacer literario de la época, sino que nos encontramos ante un caso flagrante de hurto literario. Salvo una serie de manipulaciones que detallaremos en estas páginas, Cubero copia al pie de la letra la Miscelánea Antártica, títulos incluidos. La voluntad, no de imitación sino de hurto, del misionero se hace evidente al comprobar las estrategias de ocultación empleadas por este para hacer suya la obra de Cabello Valboa. Precisamente, este será el objetivo fundamental de nuestro estudio: analizar las intervenciones empleadas por Cubero sobre su fuente, dirigidas a su apropiación. Por último, trataremos de integrar este fenómeno dentro de la trayectoria del misionero, con el fin de aventurar una explicación a este asunto.

Análisis de los mecanismos de hurto y apropiación

En su Discurso de las letras humanas (h. 1601), Baltasar de Céspedes señaló la dependencia de la imitación en lo que se refiere al «uso del lenguaje» 13 . En este sentido, imitar para «traer a nuestro propósito» aquello «que se halla en un libro» 14 se constituye en un proceso formado por cuatro operaciones principales: adición, detracción, inmutación e inversión. Si la primera intervención consiste en «añadir algo» y la detracción, por el contrario, implica eliminar aquello «que no hace a nuestro propósito» 15 , la inmutación ocurre «cuando en lugar de un vocablo se pone otro, o para variar la oración o para mudarla a nuestro propósito». Por último, Céspedes explica que la inversión consiste en trastocar las palabras de la fuente «para que no parescan las mismas» 16 .

Hemos traído a colación estas opiniones de Baltasar de Céspedes, pues nos pueden servir como guía a la hora de examinar las intervenciones que Cubero ejerció sobre el hipotexto principal de la Descripción. Evidentemente, Céspedes se refería a unos procesos propios de la imitación legítima, tal como se entendía en la época; ahora bien, en el fondo, se trata de unas prácticas —añadir, suprimir, alterar y desordenar— comunes a la adaptación de cualquier fuente, con independencia de que sea emulada o remedada. Por este motivo, consideramos útil acogernos a esos cuatro procedimientos descritos para estructurar nuestro estudio.

Adición

En buena parte de los casos, Cubero amplifica el texto de Cabello Valboa cuando este aborda asuntos relativos a las Indias Orientales. El misionero se siente cómodo tratando esta materia, de manera que las escasas aportaciones de su cosecha están vinculadas con sus conocimientos o experiencias acerca de las tierras asiáticas. De hecho, al comienzo de la Descripción, la translación del prólogo escrito por Gerónimo de Huerta presenta algunas breves adiciones relacionadas con las experiencias de Pedro Cubero en el continente asiático. Por ejemplo, Huerta se hace la pregunta sobre «¿Quién no considera la fe y grande amor de los perros?, ¿la mansedumbre del elefante?» 17 . Por su parte, Cubero plantea dicho interrogante del modo siguiente: «¿Quién no repara en la lealtad de los perros?, ¿en la mansedumbre del elefante, siendo un animal tan grande y feroz, como lo vi en la isla de Ceilán?» 18 .

En lo que se refiere al tratamiento hecho por Cubero de Miscelánea Antártica, podemos citar una serie de muestras significativas. Así en el repaso que Cabello Valboa efectúa sobre cómo los babilonios «dejaron subjetos a los indianos» 19 , Cubero aprovecha las referencias a la India para realizar añadidos que, además, sirven para actualizar el relato de Miscelánea Antártica.




1Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 166.
2Cubero, Descripción general del mundo, pp. 138-139, las cursivas son nuestras.

Con este ejemplo, hemos pretendido ilustrar la manera con que Cubero amplia lo escrito por Cabello Valboa. Podemos encontrar unas escasas muestras de pequeños añadidos a lo presente en Miscelánea Antártica, que no distan de recomendaciones como las que explicaba Baltasar de Céspedes; al cabo, no dejan de ser las incorporaciones esperables a un texto que remeda de manera prácticamente literal otro. Lo que resulta de mayor interés es el hecho en sí de que Cubero amplifica el hipotexto al llegar a una materia que domina y que le permite mostrar sus experiencias en Asia. Además, encontramos dos referencias —la incursión tártara y la alusión a Martino Martini— que sirven para trasladar la fuente al siglo xviii.

Otra muestra notable, a este respecto, se da en el capítulo XXXII de Descripción, que se corresponde con el capítulo XX de la segunda parte de Miscelánea Antártica. En la obra de Cabello Valboa, hallamos una comparación entre los «indios orientales» y «nuestros indios occidentales». Tal como observamos en los ejemplos, la naturaleza de esta temática le permite a Cubero ampliar lo que se refiere a los primeros.




1Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 245.
2Cubero, Descripción general del mundo, p. 209, las cursivas son nuestras.

Una clase de añadidos bien diferentes tiene que ver con los momentos en que el manuscrito de Miscelánea Antártica presenta lagunas que Cubero debe rellenar. Así, Cabello Valboa introduce una traducción propia de un fragmento del Phaleg de Arias Montano que presenta varios espacios en blanco, que son completados en Descripción. Por ejemplo, Miscelánea Antártica menciona «aquella tierra de donde tanta copia de oro se traía, en aquel tiempo llamado ????» 20 ; por su parte, Cubero nos habla «de aquella tierra de donde tanta copia de oro se traía (en aquel tiempo) llamada Zyrpar. En esta ocasión, Cabello Valboa deja en blanco el nombre hebreo escrito por Arias Montano (פַּרְוַיִם ) 21 ,que añade Cubero traducido.

Por último, queremos destacar aquellas ampliaciones relativas a la estructuración de Descripción. Debido a que Cubero prescinde del esquema en partes de Miscelánea Antártica y resume ciertas secciones de esta obra, hallamos varias incorporaciones destinadas a reorganizar el texto de Descripción. Podemos mencionar el caso del capítulo XLI de Descripción, que sigue el capítulo 14 de la tercera parte de Miscelánea Antártica. En ambos textos hallamos una digresión sobre la situación política del norte de África en tiempos de «Viracocha Inga»; mientras que Cabello Valboa pasa de inmediato al capítulo siguiente tras este excurso, Cubero considera adecuado que el lector vuelva «a nuestros ingas», por lo que concluye la sección recordando cómo Inca Yupanqui accedió al poder. Tras este aviso, Cubero se considera «descansado y libre para poner por obra las cosas grandes que de él [Yupanqui] cuentan los indios, [que] iremos recopilándolas en el capítulo que se sigue» 22 .

Detracción

En lo que se refiere a las prácticas de abreviatio o, directamente, de supresión de elementos de la fuente principal de Descripción, señalamos las dos modalidades principales de este proceso. En primer lugar, nos encontramos con aquellos casos en los que Cabello Valboa expone de manera amplia asuntos relacionados con la historia y cultura incaica, que Cubero resume o incluso elimina. Para ilustrar esta cuestión podemos partir de un ejemplo significativo.

En Miscelánea Antártica se encuentra una larga digresión de Cabello Valboa sobre los entresijos del almanaque incaico 23 . Dicho excurso se reduce en el texto de Cubero a aclarar que este calendario «solo se diferencia a nuestra cuenta», en que «nosotros contamos el año desde enero mientras que los indígenas del Perú lo hacen desde diciembre» 24 . Lo banal de la descripción de Pedro Cubero a este respecto, frente a las precisas explicaciones de Cabello Valboa, podría explicarse por cierto desinterés del misionero respecto a estos temas; si bien, resulta más plausible suponer que aligerar la obra de datos sobre el Tahuantinsuyo le ayudaba a Cubero a otorga más coherencia con respecto a su título y al conjunto del texto.

En otras ocasiones, Descripción resume en mayor grado la fuente principal cuando no elimina secciones enteras de la misma. Así ocurre con los capítulos 16 y 17 de la tercera parte de Miscelánea Antártica, dedicados a las campañas de Túpac Yupanqui, que culminaron con la entrada de tropas incas en Quito. En esta ocasión, Cubero abrevia en buena medida el texto del primero de los capítulos referidos, mientras que opta por suprimir al completo el segundo. Para organizar su discurso, sin perder ninguna información relevante, Cubero se limita a anotar unas alusiones breves, que le sirven para dar cuenta de los sucesos claves narrados por Cabello Valboa en la sección del texto eliminada. Por un lado, el misionero cierra el capítulo XXXXIII de Descripción de esta forma:

Más por reconocer que no a todos puede ser gustosa una historia tan estraña, no quiero fatigar más mi pluma en estas conquistas sino pasar a las importantes jornadas que Topa Inga Yupanqui hizo volviendo a la imperial de su reino del Cuzco tan lleno de innumerables riquezas y despojos cuanto de honra y fama 25 .

En el capítulo siguiente, a Cubero le basta con hacer una mención breve a que se halla «conquistado Quito» 26 por los incas y zanja los elementos suprimidos con otra nueva justificación de sus operaciones de abreviatio 27 .

Nos interesan especialmente las operaciones de supresión relacionadas con los casos en que Cabello Valboa comenta aspectos relativos a la estructura o contexto de producción de Miscelánea Antártica. Se trata de detracciones, que diría Céspedes, efectuadas con el claro propósito de ocultar la labor de apropiación y hurto cometida por Cubero. Buena parte de la casuística en este sentido tiene que ver las referencias de Miscelánea Antártica a su composición en partes. En la tabla que sigue anotamos un muestrario representativo de este fenómeno:




1.Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 106.
2Cubero, Descripción general del mundo, p. 73.
3Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 125.
4Cubero, Descripción general del mundo, p. 92.
5Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 156.
6Cubero, Descripción general del mundo, p. 126.
7Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 168.
8Cubero, Descripción general del mundo, p. 142.

En los momentos en que Cabello Valboa nos remite a los capítulos de la primera parte de su obra, las supresiones de Cubero se ajustan sin grandes dificultades a la correlación de capítulos de Descripción. El problema surge cuando, a veces, el misionero elimina las alusiones a las partes de Miscelánea Antártica y descuida la correspondencia con los epígrafes de su obra. Como muestra, citamos el caso en que Descripción apunta a unos asuntos explicados «en el capítulo décimo» 28 . Cubero elide la mención de Miscelánea Antártica a que tales hechos se encuentran en su segunda parte, pero olvida indicar que se encuentran en el capítulo vigésimo de Descripción, provocando así un desajuste en su estructura.

Otras omisiones reveladoras tienen que ver con los momentos en que Cabello Valboa alude al título de su obra. Aquí podemos traer a colación dos ejemplos significativos. En un momento dado, encontramos en Miscelánea Antártica una justificación de su estructura, basada en el entrelazamiento y la variatio 29 ; estas explicaciones son del todo eliminadas por Cubero, tal como podemos observar a continuación.




1Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 203.
2Cubero, Descripción general del mundo, p. 176.

Sin embargo, como Pedro Cubero reproduce la disposición del texto de Miscelánea Antártica, existen casos en que las referencias de Cabello Valboa al carácter misceláneo de su obra son respetadas en Descripción. Esto ocurre cuando el misionero considera que dichas alusiones no tienen tanto que ver con el título propiamente dicho del texto, como con la mera variedad de contenidos del mismo. Por ejemplo, podemos citar el momento en que Cubero indica, igual que Miscelánea Antártica, que Romo fue el último rey hispano «de quien nuestra miscelánea deja hecha mención» 30 .

Por último, existen ocasiones en que Cabello Valboa hacer referencias a asuntos relativos al contexto de producción de su obra, con toda la intención, son eliminadas por Cubero. Así ocurre con en el capítulo noveno de la tercera parte de Miscelánea Antártica, donde Cabello Valboa indica algunas de sus fuentes, que no reproduce Descripción 31 . También en ciertos puntos de Miscelánea Antártica en que se confirma la consulta de mapas, como apoyo para las explicaciones de la geografía americana insertas en esta obra. Hemos de considerar que, en estos casos, la elisión puede deberse a las alusiones de Cabello Balboa a su propia experiencia. De manera que comentarios como «Yo he visto el mapa de Guillermo Postelo […] que salió a la luz el año de 1580» 32 , desaparecen en la obra de Cubero 33 .

Asimismo, la mayor elisión, dentro de esta modalidad, tiene que ver con la total eliminación de los tres primeros capítulos de la tercera parte de Miscelánea Antártica 34 . Podemos tratar de explicar esta amplia eliminación de contenidos con dos motivos plausibles. En primer lugar, en dichos epígrafes Cabello Balboa se aparta por un momento de su relato sobre el origen de los indígenas americanos, para tratar otros temas que o bien parece no interesar a Cubero o, sobre todo, repiten asuntos ya tratados previamente. Nos referimos a cuestiones como los principales hitos de la navegación o el estado del mundo antes de la llegada de Jesucristo, temática abordada en varias ocasiones previas por Cabello Valboa.

Ahora bien, en nuestra opinión parece probable que estas supresiones se deban a que los capítulos eliminados albergan varias alusiones a la trayectoria vital del autor de Miscelánea Antártica y al contexto de esta obra. En consecuencia, Cubero elimina datos como el encuentro en 1564 de Cabello Valboa con Enrique Amat o los contactos de este con «hidalgos portugueses que han estado y residido en la gran India de Portugal» 35 . Con todo, un exceso de confianza o el apresuramiento a la hora de remedar el libro de Cabello Valboa le juegan alguna que otra mala pasada a Cubero. De tal forma, que mantiene algunos comentarios que echan por tierra cualquier duda acerca de su autoría del texto y que a un lector avezado podrían resultarle más que chocantes. Hablamos de descuidos como mantener que unos datos sobre la vegetación del Perú proceden de lo que le «contó un soldado de los que con Lope de Aguirre sulcaron el Marañón» 36 . Recordemos que la expedición de Aguirre y Ursúa sucedió más de ciento veinte años antes de la publicación de la Descripción de Cubero.

Inmutación

Con todo, Pedro Cubero no siempre es tan descuidado y, en ocasiones similares, se encarga de alterar —o inmutar— los contenidos de su fuente para apropiarse de los mismos. En cualquier caso, existen momentos en que estas operaciones llegan a resultar tan pueriles como poco decorosas, evidenciando aún más la falta de escrúpulos de Cubero a la hora de hurtar la obra de Cabello Balboa. Este es el caso de una mención presente en Miscelánea Antártica acerca del acceso por parte de su autor a una copia de un antiguo libro persa sobre Alejandro Magno. En la tabla siguiente anotamos las dos versiones de la anécdota.




1Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 207.
2Cubero, Descripción general del mundo, p. 180.

Cubero cambia de un modo no poco grosero los referentes cronológicos y temporales para adaptarlos a su biografía. Con un trueque de siglo y decenio, el misionero pudo consultar la obra persa, a manos de un fraile con una vitalidad tan admirable como la de aquel miembro de la expedición de Lope de Aguirre 37 . No será esta la única experiencia personal de Cabello Valboa que se arroga Cubero en Descripción. Así, el misionero también coincidió con Cabello Valboa en recibir ciertas informaciones de unos nativos del Ecuador: «En la provincia de Canzacoto […] me fue mostrado por indios viejos y antiguos cierto cerrillo, donde en tiempo antiguo se recogió otro varón santo» 38 .

Para dar cuenta de otros fenómenos de sustitución ejercidos por Cubero, podemos sacar a colación aquellos relativos a los ajustes de la estructura del texto de Descripción. Tal como examinamos arriba, ya que Descripción no se encuentra dividido en partes como Miscelánea Antártica, esto puede ocasionar errores en las remisiones a distintas secciones de la obra de Cubero; esto también se debe a las elisiones de partes enteras de Miscelánea Antártica. En consecuencia, algunas veces el misionero es consciente de este pormenor y realiza las actuaciones necesarias para dar coherencia al texto. De esa forma ocurre, por citar una muestra, cuando Cabello Valboa nos emplaza al «capítulo precedente» 39 , que en Descripción se transforma en el «capítulo 18» 40 .

Para terminar con la revisión de estas prácticas, nos parece oportuno mencionar lo ocurrido con el cierre de ambas obras, pues resulta muy ilustrativo en lo que se refiere a las operaciones de elisión y sustitución ejercidas por Cubero sobre su fuente. Reproducimos ambos textos:




1Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 548.
2Cubero, Descripción general del mundo, p. 446.

Cubero aprovecha las referencias de Cabello Valboa sobre una posible continuación de Miscelánea Antártica, para anunciar lo que en el futuro será la segunda de las obras de Cubero tituladas Descripción general del mundo, tal como hizo en el éxplicit de la Peregrinación con respecto a Descripción 41 . Comprobamos cómo Pedro Cubero es capaz de encajar lo ya dicho por Cabello Valboa en su propio discurso con las mínimas intervenciones necesarias. Entre ellas, también se hallan las operaciones de inversión, cuya presencia nos sirve para clausurar este estudio de las intervenciones de Cubero sobre Miscelánea Antártica. Baste con decir que la abundante casuística al respecto parece tener que ver, a grandes rasgos, con la mera mecánica de reproducción de la pericopa. Hablamos de casos como el siguiente: Cabello Valboa indica que Diágoras se enfrentó a un Hércules de madera y «lo hizo rajas con una hacha y lo quemó» 42 , mientras que Pedro Cubero escribe que con «un hacha lo hizo rajas y lo quemó» 43 . La cantidad de permutaciones semejantes presentes en Descripción es bastante abundante y carecen de una relevancia significativa en lo que se refiere a la organización de sus contenidos.

Conjeturas en torno a un hurto

En la Peregrinación del mundo de Cubero, obra impresa dos años antes que la Descripción, el misionero apostólico incluye a modo de cierre del texto la nota que reproducimos a continuación:

El curioso lector que quisiere saber las cosas más memorables que estas cuatro partes del mundo he escrito, han sucedido desde principio de su creación hasta la de Cristo Señor Nuestro y su santa venida hasta nuestros siglos, me remito a la segunda [parte], que espero en su divina majestad saldrá a luz con brevedad 44 .

Este aviso no será el único indicio que poseemos de la decisión planeada por Cubero de continuar su título más exitoso. En la misma Descripción encontramos otro aserto en ese sentido, pues la aprobación firmada en junio de 1681 por José Imperial declara que el autor pretende llevar a las prensas un tratado «diuisum in primam et secundam partem» 45 . Es más, la propia Descripción alberga otro consentimiento, en este caso rubricado por José Mendoza, que daba vía libra a la impresión de esta obra ya en febrero de 1681, tres años antes de su publicación. Teniendo en cuenta los contenidos anunciados y que el famoso periplo de Cubero ya fue narrado de manera completa en la Descripción, parece razonable pensar que esta segunda parte publicitada con la previsión dicha formaba parte de un proyecto editorial con una clara premeditación.

Ahora bien, por ahora, no podemos aseverar de manera indudable que Pedro Cubero considerara desde un primer momento remedar el texto de Cabello Valboa para cumplir con su plan, o si este hurto fue la solución más asequible y desahogada para salir del paso de su compromiso literario. Con los paratextos mencionados antes en mente, además de que sabemos que Cubero consultaba distintas bibliotecas donde encontraba material para sus escritos, no resulta demasiado aventurado considerar la primera de las opciones expuestas 46 . Para completar estas conjeturas, nos parece imprescindible señalar algunos rasgos significativos de la trayectoria literaria y biográfica de Cubero.

Para empezar, si algo resulta manifiesto es el notable rendimiento editorial que el misionero apostólico supo obtener de su travesía alrededor del mundo. Este viaje fue relatado en hasta siete publicaciones distintas como mínimo. Así, conocemos una primera versión publicada con forma de memorial (h. 1679), impresa sin fecha ni nombre de impresor 47 ; el texto titulado Breve relación de la peregrinación del mundo (1680); la afamada Peregrinación del mundo (1682) y su traducción al italiano (1683); la versión impresa en Zaragoza (1688); el manuscrito titulado Viajes por las cuatro partes del mundo (h. 1690) 48 y, por último, en su Epítome de los arduos viajes (1700), Cubero volverá a narrar sus periplos, aprovechando el texto de la Breve relación. Es más, el resto de las obras de Pedro Cubero parecen remitir de una manera inexorable a su célebre expedición. Ya hemos visto las conexiones de la Descripción con este asunto, tanto en lo que se refiere a su concepción como una suerte de continuación de los periplos del misionero, aunque no tenga absolutamente nada que ver con estos hechos, como en la concepción del impreso, erratas incluidas. Posteriormente, Cubero trató de reeditar, en todos los sentidos, su mayor logro, al narrar un nuevo periplo hacia el este de Europa, con el título de Segunda peregrinación (1697). Es más, ese mismo año publica una nueva Descripción general del mundo que alberga pasajes enteros extraídos de la Peregrinación.

Es posible afirmar que, salvo el códice titulado Vida, crueldades y tiranías de Muley Ismael y el volumen impreso como Porfiado sitio del mequinés adusto sobre la plaza de Ceuta, la mayor parte de la producción literaria de Pedro Cubero gira de un modo u otro alrededor de su vuelta al mundo. Como no podía ser menos, Cubero también trató de sacar partido de sus andanzas en otros ámbitos fuera del mercado editorial. Por ejemplo, el misionero recibió por estos servicios una ayuda concedida por el propio Carlos II 49 ; asimismo, Pedro Cubero solicitó en 1690 la concesión de un caballerato del Reino de Aragón, aduciendo sus «largas peregrinaciones»; si bien, este no le fue concedido, posiblemente por «faltarle sus méritos militares» 50

En todo caso, lo que parece claro es que Cubero labró una estudiada figura de sí mismo: la de un intrépido misionero, capaz de desenvolverse en cualquier latitud, que posee unos vastos conocimientos geográficos. La construcción de esta identidad empieza por su mismo nombre: desde el Pedro Jubero 51 , que hallamos en los primeros testimonios archivísticos sobre el aragonés, al Pedro Cubero Sebastián de sus títulos más famosos, pasando por el Pedro Cubero de León que firma el primer memorial impreso sobre sus viajes. Es más, dentro de su deseo de conformar una personalidad prestigiada y reconocible, no resulta casual la inserción de su retrato tanto en la Peregrinación como en los prolegómenos de la Descripción (figura 1). Esta práctica, tan común en la época en la que nos movemos, servía para autorizar el texto presentado en el libro impreso y como carta de presentación del ethos del responsable del mismo 52 . En este caso, nos hallamos ante una figura vestida de religioso y presentada como misionario apostólico que, tal como indica la cartela del grabado, fue el primero en enseñarnos el orbe 53 . Es más, también contribuye a este diseño de su figura la representación gráfica en otros de sus textos de la Virgen del Pilar: la identidad del Pedro Cubero-autor no puede entenderse sin sus continuas referencias a su origen aragonés y a su devoción a dicha advocación. De hecho, el retrato al que acabamos de aludir remarca su condición de «dotor» aragonés y español.


Figura 1.
Retrato de Pedro Cubero en la Descripción general del mundo, fol. a5v

Por otra parte, es posible mencionar otro dato crucial para comprender la operación de hurto elaborada por el misionero: sencillamente, no es el único caso. Podemos afirmar que el remedo y los plagios parecen una práctica habitual dentro de la producción de Cubero. Así, según indica Gozalbes Cravioto, buena parte de los contenidos del manuscrito del Viaje por las cuatro partes del mundo han sido tomados de la Historia de Gibraltar de Alonso Fernández del Portillo 54 . De hecho, se trata de una operación similar a la estudiada en estas páginas: una obra que aparentemente va a tratar las cuatro «partes del mundo» se limita a recoger una cuestión muy concreta, en este caso las explicaciones de Gibraltar redactadas por Fernández del Portillo, con varios añadidos de la cosecha de Cubero dispuestos aquí y allá. Asimismo, el segundo título de Cubero conocido como Descripción general del mundo y publicado en 1697 se conforma como una obra contrahecha, armada por materiales diversos. Así, el aragonés no solo vuelve a plagiar a Gerónimo de Huerta y a Cabello Valboa, sino que buena parte del texto procede de las tablas cronológicas del Mnemoneuma historicum de Georg Model (1685). Incluso el epílogo reproduce a la letra el prólogo del Varón de deseos (1663) de Juan de Palafox.

Por último, no debemos olvidar los vínculos de Pedro Cubero con Propaganda fide. De acuerdo con las explicaciones de Rodríguez de la Flor, esta organización religiosa tiene mucho que ver con los esfuerzos del Papado de establecer un ecumenismo orientado hacia una «sociedad de masas» 55 . En consecuencia, no parecen extraños los esfuerzos de Cubero por tratar de llamar la atención de los lectores de su tiempo, proporcionando un continuo flujo de textos que, de un modo u otro, terminan por girar alrededor de sus prácticas como misionero.

Conclusiones

Juan de Mal Lara, en su Philosofia vulgar, glosa el siguiente dicho: «Convida a tu yerno a la gallina, que él llevara la lima». De acuerdo con su comentario, ese tipo de conductas tiene su reflejo «en letras», cuando alguien «con el sabor de la vanagloria» toma un libro ajeno «poniendo y trastocando lo que no debe» para atribuírselo por el hecho de haberle dado «un color nuevo» 56 . Nuestro propósito con estas páginas tiene más que ver con analizar cómo Cubero trató de dar ese «color nuevo» a los materiales con los que elaboró su Descripción, que en la mera delación del misionero para propinarle unos simbólicos y «rezios açotes», que diría Mal Lara 57 .

Independientemente de las causas últimas de los hurtos de Cubero, lo que parece claro es que el religioso se empleó a fondo en sacar réditos literarios de sus andanzas. En el caso que nos ocupa, Pedro Cubero parece querer aprovechar el impulso de su Peregrinación con un nuevo título que se presume cercano a los contenidos de este. Por esta causa, el misionario apostólico somete una obra ajena, la Miscelánea de Cabello Valboa, a toda clase de operaciones de alteración y enmascaramiento para hacerlo pasar por suyo. Son, precisamente, estas manipulaciones las que evidencian una auténtica labor de plagio, muy distinta de las prácticas de imitación de la época. Ahora bien, tal como hemos descrito, Cubero publicó un texto que se antoja apresurado y, en buena medida, poco decoroso en su condición de hurto literario. O bien por las prisas o bien por la seguridad de que su fuente manuscrita permanecería oculta, el misionero comete graves errores en sus intentos de arrogarse los escritos de Valboa. Asimismo, las escasas aportaciones de Pedro Cubero apenas pasan de breves apuntes sobre sus conocimientos de Asia. Estos hechos motivan que, incluso aun cuando el plagio no fuera descubierto, nos vemos con una obra falta de coherencia respecto a lo que parece prometer. De hecho, esta incongruencia es la primera señal de alarma sobre la verdadera naturaleza del texto.

En suma, más allá de pretender subir los colores del religioso aragonés o en ejercer de Zoilo, hemos intentado aportar otra pequeña pieza para aproximarse al complejo mundo de la literatura barroca. Asimismo, consideramos adecuado someter a revisión la curiosa obra de Cubero, teniendo en cuenta los pormenores que hemos tratado de examinar en este estudio.

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Notas

1 Sobre la figura de Cubero y su obra, nos remitimos a los trabajos de Carreira, 1996; Díaz-Trechuelo, 1998; Córdoba Zoilo, 2005; Alba Sanz, 2006 y Serebrennikov, 2021.

2 Cubero, Descripción general del mundo (a), fol. a2v.

3 Cubero, Descripción general del mundo (a y b), fol. a4v.

4 Cubero, Descripción general del mundo (b), fol. a2v.

5 Cubero, Descripción general del mundo (b), fol. a2r.

6 Por ejemplo, el mismo Francisco de Quevedo se sirve de este lugar común en el prólogo de sus Sue­ños, indicando que a su obra «nunca le faltaran censurantes y mal contentos, que […] se llaman zoilos y críticos». Ver Quevedo, Los sueños, p. 78.

7 Acerca de los avatares de la edición italiana de la de Cubero, ver Sánchez García, 2011. Asimismo, sobre las figuras de estos dos impresores napolitanos nos remitimos a los trabajos de Marco Giampero, 2010a, p. 48 y 2010b, pp. 163-164.

8 Cubero, Descripción general del mundo, fol. a3v.

9 Cubero, Descripción general del mundo, p. 2.

10 A ese respecto, ver Lerner, 2003. Tal como explica este autor, «El plan de Cabello Valboa era la inte­gración de la historia del continente americano dentro de la historia universal de modo que numerosas correspondencias con acontecimientos en las partes conocidas del mundo, antes y después de la llegada de Colón, aparecen mencionadas y entretejidas con la historia de los hechos ocurridos en el continente y, a partir de la tercera parte, de los hechos en el territorio que pasaría a ser dominio de los Incas” (p. 222).

11 Rose, 2001, p. 415.

12 Véase Lerner, 2003, p. 219.

13 Céspedes, Discurso de las letras humanas, fol. 52r.

14 Céspedes, Discurso de las letras humanas, fol. 52v.

15 Céspedes, Discurso de las letras humanas, fol. 53r.

16 Céspedes, Discurso de las letras humanas, fol. 53v.

17 Huerta, Traducción de los libros de Cayo Plinio, segundo de la historia natural de los animales, fol. 3r.

18 Cubero, Descripción general del mundo, p. 5.

19 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 163.

20 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 131, respetamos el modo con el que Lerner señala los huecos en el manuscrito de la Miscelánea.

21 Arias Montano, Phaleg, p. 4.

22 Cubero, Descripción general del mundo, p. 284.

23 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, pp. 418-420.

24 Cubero, Descripción general del mundo, p. 324.

25 Cubero, Descripción general del mundo, p. 304.

26 Cubero, Descripción general del mundo, p. 305.

27 «No me atrevo a explicar cómo se entregó Chimo Capac». Ver Cubero, Descripción general del mundo, p. 306.

28 Cubero, Descripción general del mundo, p. 159.

29 A ese respecto, ver Rose, 2001.

30 Cubero, Descripción general del mundo, p. 186.

31 «Seguiremos ansimesmo las colecciones y anotaciones que, acerca de esto, son hechas por el egregio doctor Juan de Valboa, dignísimo canónigo de la Catedral de los Reyes y benemérito Cicerón de la lengua Quechua, general de los Ingas, y padre y catedrático de ella» (Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 320).

32 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 52.

33 De hecho, el propio Cabello Valboa cartografió las tierras americanas. Acerca de esta cuestión, ver Rose, 2001.

34 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, pp. 257-274.

35 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, pp. 259-260.

36 Cubero, Descripción general del mundo, p. 231. Ver Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 296.

37 Sobre la estancia de Cubero en Goa, ver Cubero, Peregrinación del mundo, pp. 267-282. En cuanto al tal Pedro de Abreu, no disponemos de muchos datos salvo que no parece muy probable que sea el mismo que más de un siglo antes tuvo contactos con Cabello Valboa, además de que, según Isaías Lerner, no se trata del mismo Abreu autor de la Historia del saqueo de Cádiz. Ver Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 207, nota 24.

38 Cubero, Descripción general del mundo, p. 232. En el texto de MA, como no podía ser menos, aparece ese mismo fragmento de manera literal; ver Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 297.

39 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 329.

40 Cubero, Descripción general del mundo, p. 245.

41 Cubero, Peregrinación del mundo, p. 451.

42 Cabello Valboa, Miscelánea Antártica, p. 173.

43 Cubero, Descripción general del mundo, p. 147.

44 Cubero, Peregrinación del mundo, p. 451.

45 Cubero, Peregrinación del mundo, fol. a5v.

46 El propio Cubero cuenta cómo el otro texto también conocido como Descripción general del mundo fue compuesto «en la gran librería del Vaticano de Roma» (ed. de 1697, s. p.). Asimismo, en la tercera versión del relato de su vuelta al mundo, la Peregrinación impresa en 1688, el misionero narra su visita a la biblioteca de Manuel Fernández de Santa Cruz, obispo de Puebla, donde «muy despacio» consultó sus ejemplares. Para Cubero, esta biblioteca poseía «los libros más particulares, estraños y curiosos que en ninguna librería de toda la Nueva España» había visto. Ver Cubero, Peregrinación, 1688, p. 279.

47 Podemos mencionar dos ejemplares conservados de este impreso de Cubero: el que se encuentra en un volumen de varios guardado en la Biblioteca Nacional (Mss. 18.433) y el presente en un legajo del Archivo General de Indias (FILIPINAS, 305, R., N.4).

48 El manuscrito de esta obra se encuentra en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid (Signatura II/ 1550). Sobre este texto, véase Gozalbes Cravioto, 2018.

49 Decreto de Carlos II al Patriarca de las Indias, AGP, Capilla Real, Caja 82.

50 Solicitudes para ser armados caballeros o caballerato, 3/182 y 3/186 (ACA, CONSEJO DE ARAGÓN, Legajos, 0049, núm. 003).

51 Nos remitimos al documento presente en el Archivo General de Indias (FILIPINAS, 305, R., N.4).

52 Sobre esta cuestión, ver Cárdenas Luna, 2019 y González Treviño, 2020.

53 Cubero, Descripción general del mundo (a y b), fol. a5v.

54 Ver Gozalbes Cravioto, 2018, p. 6.

55 Véase Rodríguez de la Flor, 2007.

56 Mal Lara, La Philosophia vulgar, fol. 166v.

57 Mal Lara, La Philosophia vulgar, fol. 166v.

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