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Personajes quijotescos en las parodias del cine de superhéroes contemporáneo
Quixotic Characters in the Parodies of Contemporary Superhero Films

Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, vol. 6, núm. 2, 2018

Instituto de Estudios Auriseculares

Pablo José Carvajal Pedraza

Universidad de Oviedo, España



Fecha de recepción: 02 Junio 2017

Fecha de aprobación: 08 Agosto 2017

Resumen: Durante los últimos años —y como reacción al auge de las películas de superhéroes— han aparecido una serie de filmes que parodian este género de manera análoga a como el Quijote parodia las novelas de caballerías. En mi artículo analizo los rasgos quijotescos de estos superhéroes de carne y hueso, tales como su visión deformada de la realidad derivada de un exceso de ficción, la confección carnavalesca de su propia indumentaria, o su determinación para combatir el mal, generalmente con catastróficos resultados y obteniendo una repercusión mediáti­ca muy alejada de la que pretenden, al considerárseles locos o criminales, en lugar de grandes héroes.

Palabras clave: Don Quijote, superhéroes, parodia, cine.

Abstract: In recent years —and in reaction to the rise of superhero films— a series of films have appeared that parody this genre in a similar way to how Don Quixote parodies novels of chivalry. In this essay I analyze the quixotic features of these flesh-and-blood superheroes, such as their deformed view of reality derived from an excess of fiction, their carnival costume, made by themselves, or their de­termination to combat evil, usually with catastrophic results and obtaining a media repercussion far removed from the one that they pretend, being considered fools or criminals, instead of great heroes.

Keywords: Don Quixote, Superheroes, Parody, Cinema.

A lo largo del tiempo, buena parte de los cervantistas han dedicado sus esfuer­zos en rastrear, analizar y valorar la influencia del Quijote más allá del que pudiera parecer su campo de estudios más lógico, es decir, el de la novela 1 . Tampoco se han ceñido al terreno estrictamente literario, sino que han investigado en otros ámbitos muy diversos como el pictórico, el musical o el cinematográfico, encon­trando en todos ellos el hálito cervantino. Por ello, más que concederle un puesto privilegiado en el origen de la novela moderna, reconocimiento ya muy manido a estas alturas, creo más conveniente situar la obra del más famoso de los alcalaí­nos como uno de los gérmenes de la ficción moderna.

Si nos centramos en los estudios cinematográficos, la crítica se ha detenido sobre todo en analizar y catalogar aquellas adaptaciones más o menos canóni­cas del Quijote 2 . Sin embargo, apenas contamos con estudios que se centren en determinar la influencia que ejerce dicha novela en cierto tipo de películas que po­dríamos definir como quijotescas 3 , películas que si bien no trasladan a la pantalla las peripecias de don Quijote y Sancho, sí son deudoras de la novela de Cervantes en algunos de sus aspectos más destacados, ya sean de tipo formal (estructuras narrativas, metaficción, ficción autoral, relatos interpolados, elementos paródicos de un género previo…), temático (empresas quijotescas, la locura como motor de acción, la lectura literaria de la vida, las fronteras entre la realidad y la ficción…) o en la construcción de unos personajes de clara filiación cervantina 4 .

En este artículo me propongo analizar los personajes protagonistas de una se­rie de filmes aparecidos en los últimos años que parodian el género de las pelí­culas de superhéroes, personajes cuya construcción supone una reelaboración y actualización del ingenioso hidalgo manchego ideado por Cervantes.

EL SUPERHÉROE Y EL CABALLERO ANDANTE

Parto de la idea de que los superhéroes de hoy son figuras equivalentes a los caballeros andantes protagonistas de las novelas de caballerías de los siglos xv y xvi, tanto en su estructura actancial más profunda, como en sus atributos más superficiales 5 . Por lo tanto, los considero como una actualización del mismo arquetipo. Martín de Riquer define al caballero andante como:

[…] un hombre extraordinario […] quien vaga por el mundo luchando contra toda suerte de personas o monstruos, contra seres normales o mágicos, por unas tie­rras las más de las veces exóticas y fabulosas, o que al mando de poderosos ejér­citos y escuadras derrota y vence a innúmeras fuerzas de paganos o de naciones extrañas. Es el caballero andante de los libros un ser de fuerza considerable, mu­chas veces portentosa e inverosímil, habilísimo en el manejo de las armas, incan­sable en la lucha y siempre dispuesto a acometer las empresas más peligrosas. Por lo común lucha contra el mal —opresores de humildes, traidores, ladrones, déspotas, infieles, paganos, gigantes, dragones—, pero el afán por la acción, por la “aventura”, es para él una especie de necesidad vital y constituye un anhelo para imponer su personalidad en el mundo. El constante luchar del caballero supone una serie ininterrumpida de sacrificios, trabajos y esfuerzos que son ofrecidos a una dama, con la finalidad de conseguir, conservar o acrecentar su amor 6 .

Por su parte, Peter Coogan define al superhéroe de la siguiente manera:

Un personaje heroico con una misión desinteresada y pro-social y con su­perpoderes: habilidades extraordinarias, tecnología avanzada o habilidades físicas, mentales o místicas altamente desarrolladas. Un personaje que tiene una identidad como superhéroe materializada en un nombre en clave y un uniforme icónico, los cuales usualmente expresan su biografía, ideología, poderes y origen (la transformación de persona normal a superhéroe), y el cual es genéricamente distinguible, es decir, puede ser diferenciado de otros personajes de géneros relacionados (fantasía, ciencia ficción, detectives, etc.) por una serie de convenciones de su género. Generalmente, los superhéroes tienen una identidad secreta y civil, la cual suele ser un secreto bien guardado 7 .

Como vemos, superhéroe y caballero andante tienen muchos rasgos en común. Ambos se caracterizan por ser personajes heroicos que, movidos por nobles idea­les, luchan contra el mal, poseen unas habilidades extraordinarias para el combate y tienen un nombre y una indumentaria características. Las obras que protagoni­zan —y que dadas sus convenciones y recurrencias conforman un género propio— se organizan según una estructura episódica en la que la acción es el motor fun­damental para el avance de la trama. Lo maravilloso y lo inverosímil forma parte consustancial del mundo en el que se desarrollan sus aventuras, las cuales, ade­más, pueden extenderse a lo largo de diversos ciclos o sagas. Por último, ambos protagonizan las obras de más éxito de su tiempo a la par que son desprecia­das por la crítica, y tanto el uno como el otro son parodiados por las obras que aquí analizamos 8 .

LA FICCIÓN COMO REFUGIO

Don Quijote es una parodia del caballero andante 9 . Uno de sus rasgos defini­torios fundamentales consiste en su tendencia a interpretar la realidad desde pre­supuestos que toma de obras de ficción —aunque para él no lo sean—y que le lleva a una permanente confusión entre los planos ficcional y real. El universo ca­balleresco que puebla su mente le condiciona hasta tal punto que determina su modo de hablar, su apariencia, su conducta y sus acciones, mediante la imitación de personajes, situaciones, normas y pasajes que toma de los libros de caballerías y traslada al mundo real.

El excesivo cúmulo de ficción que acaba derivando en patrón imitativo es tam­bién uno de los rasgos nucleares en los protagonistas de las películas que analiza­mos. Todos ellos son fanáticos de los cómics y de las películas de superhéroes. En numerosas escenas se nos muestra cómo sus casas se encuentran atiborradas de estos materiales, cómo visitan asiduamente tiendas de cómics o cómo consumen estos productos cada vez que tienen la menor oportunidad.


Figura 1
Defendor (Peter Stebbings, 2009)


Figura 2
Super (James Gunn, 2010)


Figura 3
Kick-Ass


Figura 4
Special (Hal Haberman, (Matthew Vaughn, 2010) Jeremy Passmore, 2006)

Este mundo de ficción, alimentado desde las editoriales Marvel y DC, se concibe como una burbuja en la que estos personajes encuentran refugio, ya que en su ma­yor parte aparecen retratados como personas con dificultades para integrarse en la sociedad, al igual que el hidalgo rural cervantino, quien parece vivir semi-retirado del mundo, dedicando prácticamente todo su tiempo a la lectura de novelas de caballerías y consumiendo lo que queda de su hacienda en la compra de nuevas obras:

Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso —que eran los más del año—, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administra­ción de su hacienda; y llegó a tanta curiosidad y desatino en esto, que vendió mu­chas fanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y, así, llevó a su casa todos cuanto pudo haber de ellos […] 10 .

Frank Darbo, el protagonista de Super, es descrito en diferentes escenas como alguien que ha padecido todo tipo de humillaciones a lo largo de su vida: de niño sufrió acoso escolar, en la actualidad trabaja en una cadena de comida rápida en la que los clientes lo tratan sin ninguna consideración, en varios momentos se la­menta de ser un «perdedor», de ser «patético», etc. Por su parte, Griff, el personaje de Griff the Invisible (Leon Ford, 2010), padece algún tipo de fobia social. Aunque no se indica explícitamente, aparece retratado como alguien que podría pertenecer al espectro autista, asperger o similar, y además, también sufre acoso laboral por parte de un compañero. Arthur Poppington, interpretado por Woody Harrelson en Defendor, es presentado como alguien con una inteligencia límite, y Dave Lizewski (Kick-Ass) como un adolescente freak.

Todos ellos se refugian en las ficciones de superhéroes porque en ellas encuen­tran personajes especiales, seres respetados y fuera de lo común a los que les gustaría parecerse, como reconoce Frank Darbo:

Ya sé que estoy muy viejo como para que me gusten tanto los cómics, pero en los cómics el villano puede lanzarle un misil al superhéroe, y aun así, el héroe regresa. Entonces el villano le lanza una bomba atómica, o un asteroide o todo un planeta al héroe. Pero eso tampoco lo detiene, porque un verdadero superhéroe es como una fuerza de la naturaleza. Y cuando leo cómics puedo saber lo que se sentiría. No solo más fuerte, rápido e inteligente que la gente normal. Lo que me gustaría ser… es ser imparable 11 .

Una idea similar se recoge en la respuesta que Defendor le da a un niño:

—¿Por qué te vistes como un superhéroe?

—Porque los superhéroes no son estúpidos. No tienen miedo. Y cuando soy Defendor, dejo de ser Arthur. Soy un millón de veces mejor que Arthur.

Y también en el siguiente fragmento de Griff the invisible, en el que el hermano y la novia del protagonista hablan sobre lo que es mejor para él:

—Mira, realmente no es una buena idea, ya sabes, jugar juntos con sus delirios de esta manera.

—No son delirios.

—Bueno, no es un superhéroe, Melody. Y obviamente no es invisible.

—Bueno, quizás lo es. Él dice que lo es.

[…]

—No, él es un hombre de 28 años y está viviendo en un mundo de fantasía.

—Él siempre ha vivido en un mundo de fantasía.

—Yo lo saqué. Y ahora tú lo vuelves a meter 12 .

—Bueno, en primer lugar, no creo que alguna vez lo hayas sacado, y en segundo lugar, esto puede ser falso o engañoso para ti, pero es real para él y es real para mí.

[…]

—Él es un empleado de contacto de clientes que piensa que es un superhéroe invisible. Si quieres ser su amigo, o algo más, o lo que sea, entonces necesitas ayudarlo para que se detenga, no decirle que es real.

—No hace mal a nadie.

—[…]

—Él es Griff… y necesita creer […] él es un freak. Y yo también y es exactamente por eso por lo que lo amo. Porque vemos el mundo de una manera y tú lo ves de otra manera y como no lo entiendes, lo deseas cambiar. Pero yo no quiero cambiarlo.

LA LOCURA COMO DETONANTE

En el Quijote, el exceso de ficción («el mucho leer»), unido al «poco dormir», desembocará en la demencia de Alonso Quijano, quien desde ese momento se creerá un caballero andante. La locura supone el detonante que rompe la barrera que separa la realidad de la ficción que puebla su mente, guiando a partir de entonces todas sus acciones, las cuales realizará imitando a los protagonistas de sus idolatradas novelas.

El proceso es análogo en las películas. La burbuja ficcional en la que se refugian estos seres inadaptados se quiebra en un momento determinado e invade el espa­cio ontológico que habitan los personajes, y pese a que el detonante varía de unos casos a otros, el elemento de locura, bajo formas diferentes, está siempre presente.

En Special la espoleta será la reacción adversa que un fármaco experimental, en principio diseñado para «suprimir los químicos en el cerebro responsables de la falta de confianza», le provoca a Les, el protagonista, quien además ha estado «un poco deprimido últimamente». A partir de este momento, dará rienda suelta a toda la ficción acumulada y creerá que puede levitar, atravesar paredes, comunicarse telepáticamente e incluso volverse invisible.

En Defendor, asistimos a una narración en flashback en la que el protagonista está siendo sometido a un examen psiquiátrico durante un proceso judicial por agredir a una persona (el padre de su amiga, con un pasado turbio). Al finalizar la entrevista, la psiquiatra emite el siguiente diagnóstico: «Depresión, falta de aten­ción, megalomanía delirante, no sabe predecir las consecuencias, grave falta de sentido común…inmaduro social.» Y durante el juicio un amigo declara lo siguiente:

Su señoría, hace cinco años que conozco a este hombre, trabajaba para mí. Es un buen empleado… pero es un poco retrasado. No está del todo bien de la cabeza. […] ¡Cree que es un superhéroe! Por eso está tan magullado. Se viste con mallas y se hace llamar Defendor…se pone una gran “D” en el pecho y una capa.

O por poner un último ejemplo, en Super, el detonador será el abandono de su mujer, una ex alcohólica y drogadicta que se fuga con un narcotraficante. El deseo de recuperarla, le lleva a rezar a Dios suplicando que este le ayude. Tras quedarse dormido, tendrá una alucinación en la que un dedo divino le ilumina el cerebro (en una escena gore), creyendo a partir de este momento que se encuentra entre el grupo de los elegidos, al igual que su idolatrado Vengador Santo, un superhéroe ultracatólico que combate el pecado en el canal de televisión Solo Jesús.

LA CONFIGURACIÓN CARNAVALESCA DE UNA IDENTIDAD PROPIA

Una vez que la locura se ha adueñado de Alonso Quijano, este comienza a imi­tar a los caballeros andantes en todos sus aspectos: en la indumentaria, en las nomenclaturas, en los valores e ideales en los que cree, y en las empresas que aco­mete. Pero, evidentemente, el hidalgo manchego no es, ni puede ser, un caballero andante. Como señala en una nota al pie Francisco Rico en su edición del Quijote 13 , este es un anciano para su época: «frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años». La armadura y las armas, «que habían sido de sus bisabuelos», estaban «tomadas de orín y llenas de moho», «olvidadas en un rincón» desde hacía tiempo. Además, las tiene que recomponer, dado que «no tenían celada de encaje, sino morrión simple» y no se le ocurre otra manera que hacerlo primero con «cartones» y después con «barras de hierro» 14 . Resulta evidente que a ojos de los demás, don Quijote lo que lleva es un disfraz, al ser su remendada armadura de un total anacronismo para su época 15 .

El aspecto carnavalesco que inviste a don Quijote, apuntado por Bakhtin 16 y es­tudiado con gran detalle por Augustin Redondo 17 , está también presente en la crea­ción de la identidad de estos superhéroes, digamos de barrio. En todas las películas encontramos escenas en las que vemos cómo deciden su nombre de superhéroe, elaboran su disfraz (o lo encargan por Ebay, como en el caso de Kick-Ass), se lo prueban o ensayan frases delante de un espejo, siempre tomando como modelo a los superhéroes que pueblan sus mentes y logrando, en cambio, un aspecto risible ante los demás.

Por ejemplo, en las siguientes imágenes vemos a los protagonistas de Kick-Ass y Zebraman (Takashi Miike, 2004) ensayar sus habilidades para el combate delante del espejo de su habitación:


Figura 5.
Kick-Ass


Figura 6
Zebraman

La imitación mediante la cual configuran su identidad como superhéroes, al igual que en el Quijote, se articula también a través del lenguaje. En Defendor, uno de los villanos se burla del lenguaje grandilocuente del aspirante a superhéroe:

—¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño? [dice Defendor]

—Este es el retrasado del que os hablé. Pensé que te habían arrestado.

—¿Por qué no sueltan al muchacho?

—¿Quién escribe tus frases? ¿Superman?

—No… [desconcertado] Las escribo yo mismo.

—Necesitas un buen escritor fantasma. Alguien con talento.

—No. Tú necesitas un escritor fantasma. Porque allí es donde vas a estar cuando te haga polvo.


Figura 7.
Defendor. Confección del traje


Figura 8
Super. Ensayo de frases

LA CONDUCTA CABALLERESCA

Como hemos señalado, don Quijote imita a los caballeros andantes no solo en su aspecto externo, sino que también se guía por el código de honor por el que estos se rigen (el «desfacer agravios, socorrer viudas, amparar doncellas»), y de manera análoga, nuestros superhéroes impostados operarán igual.

Cuando Crimson Bolt (Super) entra en la vivienda de su enemigo, el narcotrafi­cante con el que se ha fugado su mujer, con la intención de rescatarla, se produce el siguiente diálogo entre ambos, tras un cruento y patético combate 18 :

—¿Crees que eres un maldito superhéroe? ¿A quién diablos crees que enga­ñas? Eres un estúpido hijo de puta. Esto no es sobre el bien y el mal, es sobre yo teniéndola. ¡Y tú no! Esto es sobre ella queriéndome más a mí porque yo… soy jodidamente interesante.

—¡Cállate, crimen!

—¿Qué vas a hacer? ¿Me vas a ejecutar por mis pecados? No creas que eres mejor que yo, ¡puto psicópata! Tú prácticamente has matado a personas por ade­lantarse en una cola.

—¡No se adelante en las colas! ¡No se venden drogas! ¡No se abusa de niños pequeños! ¡No se saca beneficio de la miseria de los demás! Las reglas se estable­cieron hace mucho tiempo. ¡No se cambian!

—¡Llévatela entonces, llévatela! ¿Crees que apuñalándome hasta la muerte cambiará el mundo?

—No puedo saberlo, por supuesto, a menos que lo intente 19 .

También se alude al código de honor por el que se rigen en Special, aunque en este caso a través de una mirada más cercana a las interpretaciones románticas e idealistas del Quijote:

El traje es obviamente una parte integral del superhéroe. Puede proteger la verdadera identidad del héroe, puede inspirar miedo, curiosidad o sorpresa, pero en mi opinión la parte más importante de un disfraz es lo que va en la parte de atrás, porque no solo es el nombre del héroe, es su mensaje al público. Quiero que mi disfraz le diga a la gente que no se den por vencidos, sin importar lo solos que se sientan a veces, porque cualquier cosa es posible.

En el caso de esta película, el archienemigo al que se enfrenta Special es la com­pañía farmacéutica que está detrás del fármaco experimental que ha provocado los delirios del protagonista. Ante el temor de que las locuras que este protagoniza puedan dañar la imagen pública del medicamento, dificultando su próxima comer­cialización, los responsables del proyecto deciden tratar de convencer a Len para que detenga su tratamiento. Ante su negativa (de hecho, cree estar inmerso en una trama de espionaje internacional), deciden tomar medidas más drásticas y le dan una tremenda paliza. A la mañana siguiente, sin los efectos del fármaco y recupe­rada la cordura, Len escribe lo siguiente:

Supongo que esta será la última entrada en mi diario. No estoy ansioso de volver a mi antigua vida, pero, la verdad es que, con millones y millones de perso­nas en este planeta, la mayoría de nosotros no podemos ser únicos o importantes de alguna manera que sea significativa. Nos vamos a dormir, nos despertamos, vamos a trabajar, comemos, pasamos tiempo con los amigos, vemos la televisión, tal vez incluso nos enamoramos. Pero no tenemos ningún poder mágico y no tenemos ninguna gran batalla que pelear, no hay fuerzas malvadas que derrotar y no hay hombres misteriosos en trajes persiguiéndonos. Solo tenemos la realidad y creer cualquier otra cosa es… Creer otra cosa es una locura, ¿verdad?

Y a continuación vuelve a enfrentarse a sus enemigos, quienes tras atropellarlo y ver que este sigue levantándose una y otra vez, deciden poner fin a sus ataques y concederle la victoria moral. Queda claro el mensaje idealista que se lanza desde la película: lo que hace que alguien sea un auténtico héroe no son los superpoderes, sino la voluntad de enfrentarse a las injusticas y de combatir el mal, es decir, la in­terpretación romántica de don Quijote tan hegemónica en nuestros días 20 .

LOS RESULTADOS DE LAS HAZAÑAS Y LA FAMA ALCANZADA

Tanto en el caso del hidalgo manchego como en el de estos superhéroes, el resultado de sus actos se aleja en muchas ocasiones de la idílica interpretación romántica del personaje, pues suele ser el opuesto al pretendido, acabando ellos apaleados en numerosas ocasiones, y en otras, gente inocente. Recordemos al mozo Andrés, a quien rescata don Quijote de los golpes de su amo en la primera de sus salidas, y a quien se volverá a encontrar tiempo después. Aunque el lector ya conocía las consecuencias de la ayuda del hidalgo, ahora Andrés se las dará a conocer a este:

—Todo lo que vuestra merced ha dicho es mucha verdad —respondió el muchacho—,pero el fin del negocio sucedió muy al revés de lo que vuestra merced seimagina. —¿Cómo al revés? —replicó don Quijote—. Luego ¿no te pagó el villano?—No solo no me pagó —respondió el muchacho—, pero así como vuestra mercedtraspuso del bosque y quedamos solos, me volvió a atar a la misma encina y medio de nuevo tantos azotes, que quedé hecho un San Bartolomé desollado; y acada azote que me daba, me decía un donaire y chufeta acerca de hacer burla devuestra merced, que, a no sentir yo tanto dolor, me riera de lo que decía. En efecto,él me paró tal, que hasta ahora he estado curándome en un hospital del mal que elmal villano entonces me hizo. De todo lo cual tiene vuestra merced la culpa […] 21 .

Encontramos escenas equivalentes, por ejemplo, en Kick-Ass, mientras está hospitalizado tras recibir una paliza: «Hola. Siempre te dan una paliza. Eso tiene que cambiar. ¿Qué superhéroe recibe palizas todo el tiempo?». En Special, un policía, que no sabe quién es, le dice: «hay un loco por ahí atacando a personas inocentes».

Por supuesto estos actos de vandalismo acaban teniendo una repercusión mediática, como los protagonizados por Crimson Bolt, de los que se informa en la televisión:

Los ataques violentos del hombre enmascarado que se hace llamar Crimson Bolt continuaron ayer por la noche, cuando envió al hospital a Gerard Maven, de 42 años, con una fractura de columna vertebral. Los testigos dicen que este criminal inusual, que utiliza un traje de superhéroe, atacó al Sr. Maven sin ser provocado. Mucha gente en esta ciudad piensa que la situación es divertida, pero se necesita poco para que un psicópata pase de ataques en serie a asesinatos en serie. La policía pide ayuda para capturar a Crimson Bolt.

Y en portadas de periódicos: «Hombre enmascarado envía a dos personas a cuidados intensivos». Su compañero de trabajo en una franquicia de comida rápida le dice que todo el mundo habla de este superhéroe, «un puto loco vestido de Su­perman golpeando a personas por toda la ciudad». Cómo no recordar la liberación de los galeotes o tantos otros episodios en los que don Quijote se comporta casi como un delincuente (no en vano Sancho le sugiere que se escondan de la Santa Hermandad en Sierra Morena).

Y es que este es otro de los aspectos comunes a estos personajes y al ideado por Cervantes. Todos se hacen famosos por sus locuras y no por sus gestas (recordemos el jarro de agua fría que se lleva el hidalgo manchego al inicio de la Segunda parte, cuando Sancho le informa de que se le tiene por «grandísimo loco» y a él «por no menos mentecato» al preguntarle por la repercusión de la Primera parte). Este contraste entre la repercusión que busca don Quijote con sus obras —una fama eterna, que quede escrita en libros y dé cuenta de todas sus hazañas— y la que obtiene —un loco, un pelele que todo el mundo utiliza para divertirse a su costa—, se encuentra nuevamente en las películas comentadas.

Al igual que con Crimson Bolt, la prensa también se hace eco de las extra­vagantes acciones de Defendor: «La pregunta es si este lunático es bueno para Hammertown. Yo creo que, si vamos a vivir en una ciudad fronteriza, quizá sea el momento de un forajido al que le falta un tornillo», declara en una entrevista un ciudadano a su favor.

Junto a su repercusión mediática, otro hecho muy ligado a la fama que persi­guen es el que muchos de ellos quieran llevar un registro de sus hazañas, al igual que don Quijote quiere que las suyas sean puestas por escrito por algún sabio en­cantador. Así, Defendor lleva una cámara de vídeo siempre con él, Special anota en un diario las gestas de cada día, o Crimson Bolt graba un diario con lo sucedido mientras patrulla las calles en busca de malhechores:

Diario de Crimson Bolt. Noche 1. Esperando para proteger a los inocentes de las fuerzas oscuras del mal.

Diario de Crimson Bolt. Noche 2. No hubo ningún delito anoche. Sin embargo, vi a algunos sospechosos, podrían haber planeado algo… ¡Espera! Era sólo una caja. El viento la empujaba calle abajo. No voy a dejarla ahí, simplemente la recogeré después. No quiero revelar mi posición en este momento.

CONCLUSIÓN

Aunque hay otros elementos que podríamos analizar y que también tienen una clara filiación cervantina, como aquellos que atañen a las obras comentadas en relación al género que parodian, a ciertos recursos metaficcionales que incorporan, o a la presencia de otros personajes que cumplen roles análogos a los de Sancho o Dulcinea, todos esos aspectos sobrepasan, sin embargo, los propósitos de este trabajo, en el que he pretendido centrarme exclusivamente en la configuración del personaje protagonista.

Espero que a partir del buen número de ejemplos espigados, quede manifiesta la construcción quijotesca de estos superhéroes paródicos, personajes enajenados que llevan a la realidad un universo ficcional que imitan tanto en sus aspectos ex­ternos, como en sus códigos de conducta y acciones. Figuras que, al igual que don Quijote, obtienen unos resultados casi siempre opuestos a los pretendidos y cuya imagen es objeto de mofa, escarnio y burla, logrando una repercusión mediática muy alejada de la idea de fama que persiguen.

Bibliografía

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Notas

1. Este trabajo se ha realizado gracias a una beca FPU con referencia FPU15/05529 y al proyecto del MECD con referencia FFI2014-56414-P.

2. Entre los estudios generales dedicados a las adaptaciones cinematográficas del Quijote ver las colecciones de González, 1998; Payán, 2005; el catálogo publicado por la Filmoteca Española: Heredero, 2005; y el monográfico de Herranz, 2005.

3. Ver García Pardo, 2011. Pese a ser poco más que un esbozo teórico, se trata de un texto interesante en el que se establece una distinción entre cine cervantino, quijotesco y quijotizante. Como muestra del tipo de estudios a los que nos referimos resulta de interés el volumen editado por Warshawsky y Parr, 2013, así como los recientes artículos de Bonilla Cerezo, 2015 y Bautista Naranjo, 2015.

4. No hace falta recordar que en el ámbito de la novela, la influencia del Quijote ha sido abordada en innumerables obras en sus diversos aspectos, desde la novela inglesa del xviii, pasando por el estudio de personajes como Ana Ozores, el príncipe Myshkin o Madame Bovary, o los aspectos metaficcionales en la novela posmoderna, por citar solo algunos ejemplos señeros.

5. Un enfoque similar se encuentra en Weimer, 2013, donde se aborda la presencia de personajes quijotescos en algunas ficciones gráficas y películas que parodian el género de superhéroes.

6. Riquer, 2004, p. 22. Parto de la caracterización de Riquer por parecerme operativa para mi propósito. Para un tratamiento en profundidad del mundo caballeresco y del caballero medieval sobre los que se nspiraron los libros de caballerías ver los monográficos de Keene, 1984 y Rodríguez Velasco, 2010. Sobre la importancia de estas novelas en época de Cervantes ver Eisenberg, 1982.

7. Ver en Annacondia López, 2014, pp. 583-584.

8. La novela de caballerías gozó de gran éxito entre los lectores del siglo xvi. Sin embargo, aunque Cervantes afirme en el prólogo que la intención de su libro es la de «deshacer la autoridad y cabida que en el mundo y en el vulgo tienen los libros de caballerías», estos «a la altura de 1604 ya se encontraban absolutamente desprestigiados después de un buen número de descalificaciones por parte, sobre todo, de clérigos y humanistas, como Juan Luis Vives, fray Antonio de Guevara, Juan de Valdés y otros muchos» (Martínez Mata, 2008, p. 44), por lo que no habría ninguna «autoridad» que deshacer. No debe perderse de vista el contexto irónico del prólogo en el que Cervantes introduce estos ataques, como subraya el crítico citado.

9. Por parodia no entiendo la mera imitación deformadora cuyo objetivo es la mera comicidad burlesca, sino la inversión irónica de rasgos tomados de una obra o género anterior, en la línea de Hutcheon, 1985. Ver Markus, 2011, para un análisis en detalle de la parodia en el cine posmoderno.

10. Cervantes, Don Quijote de la Mancha, p. 28.

11. A no ser que se indique lo contrario, todas las traducciones son propias a partir de las versiones originales de las películas.

12. Se refiere a que él, el hermano, trata de quitarle de la cabeza sus extravagantes ideas acerca de los poderes que dice tener, realizando una función análoga a la que hacen el cura, el barbero o Sansón Carrasco en el Quijote, mientras que ella, a pesar de que sabe que no es un superhéroe, le sigue la corriente y participa de sus aventuras, de forma similar a como Sancho se comporta con el hidalgo manchego.

13. Cervantes, Don Quijote de la Mancha, p. 28.

14. Cervantes, Don Quijote de la Mancha, p. 31.

15. A todo esto, hay que añadir el hecho de que nuestro ilustre hidalgo es nombrado caballero por escarnio, por lo que en realidad no es un caballero.

16. Ver Bakhtin, 2003, pp. 192-263.

17. Ver Redondo, 1997.

18. El director se recrea en la violencia explícita en esta y otras escenas a lo largo de toda la película, ofreciendo una parodia tanto del género gore como de los excesos de las películas de superhéroes. Por su patetismo y comicidad, recuerdan a su vez a los episodios de la novela de Cervantes en las que el hidalgo, y en ocasiones aquellos que se cruzan en su camino, sufre todo tipo de golpes, perdiendo incluso parte de sus dientes y muelas en la aventura de los rebaños.

19. Fragmento de Super. Recordemos, que pese a todo el ennoblecimiento de don Quijote por parte de las interpretaciones románticas, en las que se erige como un representante de los más nobles ideales, de todos los caballeros andantes, por el que más simpatía siente el hidalgo manchego es por Reinaldos de Montalbán, presentado como un salteador de caminos: «Pero, sobre todos, estaba bien con Reinaldos de Montalbán, y más cuando le veía salir de su castillo y robar cuantos topaba, y cuando en allende robó aquel ídolo de Mahoma que era todo de oro, según dice su historia» (en Martínez Mata, 2008, pp. 59-60).

20. Ver Close, 2005.

21. Cervantes, Don Quijote de la Mancha, pp. 317-318.

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