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Música para el Persiles
Music for the Persiles

Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, vol. 6, núm. 2, 2018

Instituto de Estudios Auriseculares

Alicia Villar Lecumberri

niversidad Autónoma de Madrid , España



Fecha de recepción: 20 Agosto 2018

Fecha de aprobación: 17 Septiembre 2018

Resumen: En este trabajo comento Los trabajos de Persiles y Sigismunda: sin­fonía en cuatro movimientos, del compositor peruano Jimmy López, que se estrenó en el Auditorio Nacional de Madrid el 30 de septiembre de 2016, con motivo de la celebración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.

Palabras clave: Cervantes, Persiles, sinfonía, Jimmy López, composición musi­cal, música contemporánea .

Abstract: In this paper I comment The works of Persiles and Sigismunda: sym­phony in four movements, by Peruvian composer Jimmy López, premiered at the National Auditorium in Madrid on September 30, 2016, on the occasion of the cele­bration of the Fourth Centenary of the death of Miguel de Cervantes.

Keywords: Persiles, Symphony, Jimmy López, Musical composition, Contemporary music.

Cervantes es el escritor del Persiles, según su propio autor. Una novela épica, basada en problemas vitales que sirven de entretenimiento, a saber, el imperio, la religión y el amor 1 . Ese carácter épico es el que se trasluce en la música, hecha sin­fonía, que vio la luz en el IV Centenario de la muerte del manco de Lepanto.

Para centrar el tema, trasladémonos al Auditorio Nacional de Música (Madrid), a la Sala Sinfónica, puesto que en el marco del Ciclo sinfónico II, en la temporada 2016/17 «Locuras», tuvo lugar un concierto titulado «La Resurrección de Cervantes» que la Orquesta y Coro Nacionales de España celebró los días 30 de septiembre y 1 y 2 de octubre de 2016. Dicho concierto constó de dos partes, en la primera sonó la Obertura de Don Chisciotte alle nozze di Gamaccio de Saverio Mercadante (autoría de la transcripción musical: Adela Presas Villalba, UAM) y en la segunda se dio paso a la interpretación de Los trabajos de Persiles y Sigismunda: sinfonía en cuatro movimientos, del compositor peruano Jimmy López.

Jimmy López: eL compositor

Jimmy López, nacido en Lima (Perú), en 1978, es el compositor peruano más joven, que con mayor firmeza ha entrado a formar parte del panorama internacional de la música contemporánea. En palabras del prestigioso crítico musical peruano, Pablo Macalupú-Cumpén: «Lo que más ha llamado la atención a críticos, artistas y espectadores que han escuchado en algún momento la música de López es la uni­cidad de su arte, además de su capacidad para escribir trabajos con una identidad y lenguaje propios; elementos que buscan todos los creadores para que sus obras trasciendan en el tiempo y el espacio hasta convertirse en universales» 2 . Para el pro­pio compositor, el quehacer musical se concibe como un proceso creativo continuo:

Debemos recordar que nuestro objetivo final debe ser el de convertirnos en al­quimistas de sonido. Hagamos lo que hagamos, no debemos tomar por sentada la inspiración. Vendrá cuando tenga que venir; lo que podemos hacer, mientras tanto, es seguir escribiendo con profundo amor y devoción por nuestro arte.

Estreno de La sinfonía

Una de las mejores cosas que tiene el residir en Madrid es que se puede frecuen­tar los conciertos que se organizan en el Auditorio Nacional. Así, un viernes, 30 de septiembre de 2016, los que nos fuimos al concierto de abono, asistimos al estreno mundial de Los trabajos de Persiles y Sigismunda: sinfonía en cuatro movimientos: I Libro primero, II Libro segundo, III Libro tercero y IV Libro cuarto, y con el afán de conferir el valor que dicha obra merece, decidí presentar una comunicación, en el XIII Coloquio Internacional de la Asociación de Cervantistas, con el fin de compartir con los cervantistas dicha primicia. Y hoy vengo aquí, a la Universidad de Navarra, al Congreso Internacional «Lecciones cervantinas 2: el Persiles en su IV Centenario (1617-2017)», dado que sigo investigando sobre esta obra y me parece relevante dedicarle la atención que merece, por su singularidad. Así, pasemos a fijarnos en la instrumentación de la obra:

3 flautas (2.° doblando piccolo, 3.° doblando flauta alta en G), 3 oboes (3.° doblan­do el cuerno inglés), 2 clarinetes en Sib (segundo clarinete doblando en mi bemol), 2 fa­gots (2.ª duplicación contrabajo), 4 cuernos en F, 2 trompetas en C, 3 trombones, 1 tuba;

-timbales; percusión (2 jugadores): vibráfono, tambores, Glockenspiel, campanas tubulares, platillo suspendido, gong de pezón (medio), tomtom: 2 sets de cada 3 (hi­med-lo), triángulo, silbato mexicano de viento, cimbales de plato, silbato de guisante, maracas, pandereta, claves, bongos (hilo), tambor de freno, tamtam, shekere (cala­bash), bombo;

-arpa;

-celesta;

-cuerdas.

Por lo tanto, haciendo un repaso a los instrumentos que el compositor ha defini­do para la interpretación de esta obra, observamos cómo los que predominan son los de percusión y los de viento, y estos se ven acompañados de instrumentos de cuerda. El variado y variopinto despliegue de instrumentos de percusión otorga a la sinfonía matices exóticos que transportan a lugares inusitados de la geografía. Así, si Cervantes nos invita a iniciar una peregrinación desde el norte de Europa, con los dos príncipes nórdicos, que se hacen pasar por hermanos, adoptando los nombres Periandro y Auristela, hacia Roma, pasando por todo tipo de aventuras y peripecias, con la música de Jimmy López iniciamos un viaje musical que nos lleva por tierras latinoamericanas y africanas, hasta llegar a Europa, gracias a los instrumentos que oímos sonar. De ahí que, la recepción de esta obra musical consigue el propósito de Cervantes, a saber, hacernos viajar mentalmente desde unas tierras exóticas a otras más conocidas. Con esta música, el peregrinaje nos lleva a la esencia mis­ma de la obra maestra de Cervantes, a esa música interna que se desprende de la pluma de Cervantes.

Pues bien, la obra que nos ocupa fue un encargo de la Orquesta y Coro Nacio­nales de España para el Festival Cervantino de Guanajuato, un estreno absoluto en Madrid y Guanajuato, octubre de 2016 3 . Y así, tras el estreno en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, la orquesta se trasladó a México e interpretó di­cha obra en el XLIV Festival Internacional Cervantino de Guanajuato, en el mes de octubre. De este modo, en uno de los certámenes de mayor prestigio de América Latina, cuyo origen está en los Entremeses de Cervantes, que llevó Enrique Ruelas al festival, se homenajeó en esta ocasión al maestro de la ironía, a quien profesa una especial devoción. Y es que, curiosamente, se decidió enterrar un ejemplar del Quijote en una de sus calles.

Notas al programa de mano

En el programa de mano, el crítico musical Pedro González Mira, Consejero de Dirección de la revista Ritmo, escribe unas notas bajo el título «De Cervantes a Goethe» y señala cómo el peruano Jimmy López (Lima, 1978) es un compositor joven que destaca por el espléndido manejo de los recursos orquestales, especial­mente por su personal subtexto, muy latinoamericano. A su vez, está en la línea de los muchos magos del ritmo y la comunicación que dejaron y dejan su huella en Europa, a espaldas de los pensantes, fundamentalistas y muy modernos composi­tores del lado de acá.

Pero ahora estamos ante una nueva partitura, y se hacía necesario preguntarle a él directamente: «Este año se cumplen 400 años de la publicación de Los trabajos de Persiles y Sigismunda, última novela del gran escritor complutense, la cual con­cluyó pocos días antes de su muerte. Esta novela ha sido la fuente de inspiración para mi primera sinfonía». Y prosigue López:

Los cuatro movimientos de esta obra corresponden a los cuatro libros que conforman la novela, a lo largo de los cuales se suceden un sinnúmero de perso­najes que los dos protagonistas principales encuentran a su paso en su peregrina­je a Roma desde las gélidas tierras escandinavas. Persiles y Sigismunda, dos no­bles escandinavos, pretenden ser hermanos a lo largo de toda la novela, ocultando así su verdadera identidad y su romance, el cual solo logra consumarse cuando se unen en matrimonio en Roma y besan los pies del Sumo Pontífice.

Pero «al escribirla no intenté en ningún momento describir los eventos que se suceden en la novela de forma estrictamente cronológica, sino que mi intención fue transmitir el espíritu, la grandeza y el humor contenidos en cada uno de sus cuatro libros. No se trata, entonces, de un poema sinfónico». Es «la lectura personal de un compositor que ríe, goza y se entristece con Cervantes, y que además de ser sud­americano, es ante todo cosmopolita, puesto que además de mi país natal, Perú, también he vivido en Finlandia, Francia y Estados Unidos». Y más concretamente se refiere a la partitura:

Los trabajos de Persiles y Sigismunda: sinfonía en cuatro movimientos se ini­cia con su movimiento más extenso en el cual me he aventurado a regiones que antes yacían inexploradas para mí. El segundo movimiento es calmo en carácter y los instrumentos de viento de madera tienen prominencia, ya que son ellos, en su mayoría, los que conducen sus rumbos melódicos. El tercero es festivo y latino­americano en carácter, empleando ritmos propios de esta región e instrumentos como las maracas y el bongó. El cuarto y último nace de un tema ominoso que domina la primera mitad y que nos conduce eventualmente a una breve recapi­tulación en la cual todos los movimientos precedentes son citados, pero no lite­ralmente, sino vistos bajo el velo del aura musical propia del cuarto movimiento.

La crítica musical

Tras el estreno mundial de la obra, el 30 de septiembre de 2016, los críticos musicales hicieron su propia valoración sobre la misma. Álvaro Menéndez Granda, Arturo Reverter, Itai Cruz y David Rodríguez Cerdán fueron los pioneros en sus valoraciones. El primero escribió en la revista Codalario lo siguiente:

Después del intermedio se interpretó Los trabajos de Persiles y Sigismunda: sinfonía en cuatro movimientos, del compositor peruano Jimmy López (1978). Se trataba del estreno absoluto en España de dicha obra, y supuso una gran satis­facción comprobar que el público no abandonó la sala ante la perspectiva de una première de una obra de tal envergadura. No se vio defraudado en absoluto, pues fueron cuarenta y cinco minutos de una música muy bien construida, con una arrolladora fuerza rítmica que se manifestó especialmente en el tercer movimien­to —en el cual fueron visibles a partes iguales el disfrute y la concentración en los maestros de la Orquesta Nacional, el primero por el marcado carácter rítmico latinoamericano del movimiento y la segunda por su extrema dificultad—. En general toda la obra es una demostración, exenta de excentricidades, de los recursos de la orquesta sinfónica; una orquesta muy nutrida, en este caso, que contaba con unos metales muy presentes, celesta y una sección de percusión que recibió una buena parte de los aplausos del público. El compositor subió al escenario entre intensos aplausos y gritos de «bravo», por lo que podría decirse sin miedo que el estreno fue un éxito 4 .

Por su parte, el crítico Arturo Reverter también acudió al estreno y es­cribió sobre el evento:

La Orquesta Nacional tiene muy contados los encargos. En este caso habla­mos no de uno solicitado a un español, sino a un peruano, Jimmy López (Lima, 1978). Hemos admirado la conformación, los efectos tímbricos de su Sinfonía en cuatro movimientos. Los trabajos de Persiles y Sigismunda, pero no hemos logra­do conectar la música con las peripecias de los dos protagonistas de la última no­vela cervantina. El Libro primero de la narración viene representado por un amplio movimiento que se inicia con una extensa frase de las cuerdas graves. Hay pavo­rosos crescendi, danzas tribales, solemnes metales y dramáticas exclamaciones. Tranquilo es el segundo movimiento, donde son las maderas las que conducen el discurso, empezando por el corno inglés, estupendamente tocado por Ramón Puchades. Hay abundantes preciosismos, disonancias bien administradas, como las de las flautas que rematan el segmento.

El tercero, «festivo y latinoamericano», emplea desaforados ritmos de danza y se sirve de maracas y bongó. Los contratiempos están bien utilizados. El cuarto asciende desde las remotas profundidades, de las que emana un tema ominoso. Frecuentes ostinati, sonoridades descarnadas, instrumentación virtuosa, barridos de la cuerda y repetición de temas ya escuchados. En la parte final de produce una victoriosa y acelerada peroración que nos trae el recuerdo del cierre del primer movimiento la «Sinfonía n.º 3» de Mahler. El autor fue premiado con grandes y mantenidos aplausos 5 .

A su vez, Itai Cruz anunció el estreno mundial de la sinfonía Los trabajos de Persiles y Sigismunda, basada en uno de los últimos trabajos del llamado «manco de Lepanto». Sobre este estreno mundial consideró que se trataba de un desafío histórico, dado que Jimmy López había abordado la obra póstuma del escritor del ingenioso hidalgo y acerca de esta composición explicó que:

es una comisión dada a Jimmy López, sólido exponente de la nueva música de concierto latinoamericana, inspirada en uno de los últimos trabajos del drama­turgo, poeta y soldado español, de unos 45 minutos, lo que representa un caso excepcional, pues por lo general las obras que se comisionan a un compositor son de ocho o nueve minutos. «Es la típica sinfonía en cuatro movimientos. Cautiva mucho por su energía y poder. Es muy energética y descriptiva, y por su configura­ción pareciera música hecha para cine», de acuerdo con el director 6 .

David Rodríguez Cerdán dedicó una sección específica en la revista Scherzo al estreno de Jimmy López, la sinfonía sobre Los trabajos de Persiles y Sigismunda. El crítico comienza ensalzando la figura del director de orquesta peruano, Miguel Harth-Bedoya, quien desde que fue nombrado director de la Orquesta de Oslo, está ejerciendo una labor de proteccionismo con sus coetáneos y contemporáneos. Así, a él le debemos el descubrimiento, en Madrid, del compositor Jimmy López quien junto a Gabriela Lena Frank es, hoy en día, el embajador más viajado de la música clásica peruana actual y, por lo tanto, su carrera está sellada por la globalización. En concreto, Rodríguez Cerdán escribe:

Formado entre Lima, Helsinki —en la Academia Sibelius— y Berkeley, López es el clásico globetrotter de oído ancho y diagnosticada claustrofobia estética cuya educación dual entre Europa y América le ha salvado del postureo académico. De hecho, López representa el paradigma del compositor latinoamericano de la era post-Sistema. Basta dar cuenta de la improbable conexión trópico-boreal ko­hoBeat que López monta durante la pasada década con sus colegas del septen­trión o de la juntura en su catálogo de poemas sinfónicos y piezas de frío título numérico para hacernos una idea de sus incatalogables derroteros. A la pregunta de por dónde tirar ahora con la música clásica, López responde con la naturalidad de quien sabe que el romanticismo no es una simple etiqueta sino un modo atemporal de la condición humana. Con tal ideario se suma a esa línea exterior que desde el frente transcultural —Olijov, Tan, Say, Barton, etc.— y el postminimalismo occidental —el de un Erki Sven Tüür o un Sebastian Fagerlund— dibuja una espiral que cosquillea con su punta el cada vez más agrietado núcleo duro de la vanguardia europea, donde ese «aire de otros mundos» que respiraba Schoenberg ya no es el ozono alienígena del dodecafonismo sino el oxígeno contaminado de cualquier metrópolis amplificada con subwoofers. En esa equidistancia entre la complacencia neoconsonante y la belleza del gesto torcido, entre el indigenismo retrocolonial y la pulsátil rapidez de la vida urbanita, López inscribe una obra aparentemente contradictoria en la que su gusto por la escritura orquestal y el vuelo con legato se simultanea con estrategias más microscópicas y entradas en todos los géneros. Al tiempo que ratifica su carnet europeísta con obras de pequeño formato como la trilogía Incubus (2008-09) para trío de clarinete, percusión y cuerda La caresse du Couteau (2004) o el concertino Epiphany (2007) para ensemble, López va sofisticando su sonoridad panamericana desde poemas orquestales tan fuertemente especiados como América salvaje (2006) o ¡Fiesta! (2007) —una suite de cuatro danzas populares encargada por Harth-Bedoya para conmemorar el centenario de la Sociedad Filarmónica de Lima que se estrenó en Madrid durante la temporada 2012-13 la ORTVE— hasta sincretizar el folclore con los ritmos de la jungla urbana. Este carril de sentido único es anunciado en el último movimiento de ¡Fiesta! —en el cual invoca el ritual dionisíaco de la dis­coteca que también sedujo a Thomas Adès en Asyla—para terminar de consoli­darse en el jazz neoclásico de Avec Swing (2010), los parajes abstractos de Perú negro (2012) o las alturas armónicas del concierto para violonchelo Lord of the Air (2012), cuyo tercer movimiento, Soaring the Heights, refleja las vibraciones estéticas de la Costa Oeste. Aunque no se ha prodigado mucho en el medio canoro, Renée Fleming lo postuló hace una temporada como compositor de la ópera Bel canto (2015) para la Lyric Opera de Chicago y ahí queda la emocionante dedicato­ria nupcial para contratenor y ensemble Man to Man (2015), obras en las que Ló­pez se detiene para mirarse al espejo. Poca duda cabe de que las consecuencias de esa contemplación podremos apreciarlas de parte a parte en Los trabajos de Persiles y Sigismunda 7 .

Recepción de la obra en el auditorio nacional

La obra Persiles y Sigismunda: sinfonía en cuatro movimientos fue calurosa­mente aplaudida y el compositor, Jimmy López, agradeció la cordial acogida de la misma. Téngase en cuenta que los abonados a los conciertos de la Orquesta y el Coro Nacionales de España no son especialmente receptivos con las obras contemporáneas y la mayoría las escuchan con cierto recelo. Por lo tanto, que esta obra fuera tan aplaudida en el Auditorio Nacional, ante un público tan exigente, da cuenta de la calidad de esta sinfonía que pasó a formar parte del repertorio musical inspirado en la obra de Cervantes.

Bibliografía

Armstrong-Roche, Michael. Cervantes’ Epic Novel: Empire, Religion, and the Dream Life of Heroes in «Persiles», Toronto, University of Toronto Press, 2009.

Cruz, Itai, «Orquesta Nacional de España estrena Los trabajos de Persiles ySigismunda en el Cervantino», Notimex, 11 de octubre de 2016. Recuperadode <https://www.carteleradeteatro.mx/2016/orquesta-nacional-espana-estrenanivel-mundial-los-trabajos-persiles-segismunda/>.

Macalupú-Cumpén, Pablo, «La voz personal de Jimmy López», 23 de enero de2016. Recuperado de: <https://www.camelloparlante.com/2016/01/23/lavoz-personal-de-jimmy-lopez/>.

Menéndez Granda, Álvaro, «Crítica: David Afkham dirige obras de Jimmy López,Mercadante y Mendelssohn en la temporada de la Orquesta y Coro Nacionalesde España», Codalario, 3 de octubre de 2016. Recuperado de: <https://www.codalario.com/critica/criticas/critica-david-afkham-dirige-obras-de-jimmylopez--mercadante-y-mendelssohn-en-la-temporada-de-la-orquesta-y-coro-nacionales-de-espana_4543_5_13177_0_1_in.html>.

Reverter, Arturo, «En busca de Persiles y Sigismunda», Bekmesser, 1 de octubre de2016. Recuperado de: <https://www.beckmesser.com/en-busca-de-persilesy-sigismunda/>

Rodríguez Cerdán, David, «Estreno de Jimmy López. Los trabajos de Persiles y Si­gismunda», Scherzo, año 31, núm. 321, 2016, pp. 6-7.

Usón, Víctor, «El Cervantino prepara el mayor de los homenajes al autor de El Quijote», El País, 1 de octubre de 2016. Recuperado de <https://www.elpais.com/cultura/2016/07/14/actualidad/1468448111_566809.html>.

Notas

1. Ver Armstrong-Roche, 2009.

2. Macalupú-Cumpén, 2016.

3. Ver Usón, 2016.

4. Menéndez Granda, 2016.

5. Reverter, 2016.

6. Cruz, 2016.

7. Rodríguez Cerdán, 2016.

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