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El mundo islámico en El amante liberal de Cervantes
The Islamic World in El amante liberal by Cervantes

Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, vol. 6, núm. 2, 2018

Instituto de Estudios Auriseculares

Sabyasachi Mishra

Amity University Rajasthan, India



Fecha de recepción: 20 Agosto 2018

Fecha de aprobación: 25 Septiembre 2018

Resumen: Este trabajo analiza el tema del cautiverio y el mundo islámico en El amante liberal de Miguel de Cervantes (1547-1616), uno de los escritores impres­cindibles de la literatura española. El autor estuvo en el cautiverio turco en el perio­do 1575-1580 y así conoció distintas facetas del mundo islámico. En muchas de sus obras, en el teatro y en algunas de las Novelas ejemplares, el autor manchego presenta este tema del cautiverio. En El amante liberal el mundo islámico lo cono­cemos a través de los ojos de Ricardo y Mahamut, también sabemos sus historias personales, si bien el autor deja mucho a la imaginación de los lectores, y también detalles de la vida socio-política y económica en Nicosia. Cervantes utiliza los da­tos históricos para la creación de esta novela corta y logra describir con mucha precisión el mundo islámico.

Palabras clave: Miguel de Cervantes, Novelas ejemplares, cautiverio, mundo is­lámico, renegados, mujeres cautivadas, Mediterráneo.

Abstract: This paper focuses on confinement and the Islamic World in El aman­te liberal by Miguel de Cervantes, who spent five years of his life in the Turkish confinement, precisely from 1575-1580. In this manner, he comes to know the dis­tinct facets of Islamic World. In many of his works, including theater and some of the Novelas ejemplares, Castilian author presents the element of confinement and its aftereffects. In El amante liberal we know this Islamic World through the eyes of Ricardo and Mahamut, two important protagonists: they start the dialogue and thus from their dialogues, we come to know the personal histories of the protago­nists along with socio-political and economic lives of the Islamic World of Nicosia. Similar to many Cervantine works, the author leaves much to the imagination of theimagination of the readers. The Castilian author has used the historical facts for the creation of thisshort novel and has been successful in the minute description of Islamic World

Keywords: Miguel de Cervantes, Novelas ejemplares, Confinement, Islamic World, Renegades, Captivated Women, Mediterranean Region.

En El amante liberal, una de las doce Novelas ejemplares (1613) de Miguel de Cervantes, el escritor complutense presenta distintos ámbitos del mundo islámico. Como es bien sabido, desde 1575 hasta 1580 nuestro autor vivió en el cautiverio ar­gelino y, de esta manera, conoció distintos ámbitos de la vida turquesca, los cuales muestra en varias de sus obras. Resulta interesante el examen de la difusión de la obra cervantina en la India. Cada vez existen más traducciones al inglés, o incluso a distintas lenguas indias, de las obras cervantinas, lo que supone que los lectores indios pueden conocer una parte mayor de la producción literaria de Cervantes. De todas formas, me parece que para entender a cabalidad esas obras de Cervantes resulta necesario analizarlas en su contexto histórico-cultural. Eso es precisamen­te lo que pretendo hacer en este trabajo, para lo cual comenzaré ofreciendo un breve resumen argumental de la historia de esta novela ejemplar.

El amante liberal presenta las peripecias de dos jóvenes enamorados, Leonisa y Ricardo. La obra comienza con el llanto desconsolado de Ricardo, quien nos cuen­ta cómo él y Leonisa cayeron en poder de los turcos cuando viajaban por el mar. Al ir contando su historia, nos informa a los lectores de que una tormenta separó las naves en que iban e hizo naufragar la de Leonisa, razón por la cual Ricardo la cree muerta. El joven le cuenta toda esta historia a Mahamut, que en realidad es un cristiano renegado que sirve como virrey del rey turco. Ricardo le acompaña a presenciar la toma de mando de Hazán, el nuevo virrey. Todo este proceso de la narración de distintas historias de los personajes ocurre en las afueras de Ni­cosia, adonde llega un judío a vender a una esclava, que no es otra sino Leonisa. Todos quieren comprarla, pero como no logran ponerse de acuerdo en quién va a quedarse con ella, al final pasa a poder del Cadí, quien la quiere para regalársela al Sultán. Después descubriremos que el Cadí está enamorado de Leonisa. Tras va­rias peripecias, Leonardo consigue por fin volver a encontrarse con Leonisa, quien le cuenta los sucesos ocurridos desde que la tormenta hizo naufragar su nave y los dos enamorados quedaron separados.

El Cadí, por su parte, trata de llevar a Leonisa a Constantinopla, liberándose del asedio de Hazán, que quiere que le entregue a él la mujer. Además, piensa des­hacerse de su esposa Halima, diciendo que Leonisa ha muerto y así no tener que entregarla al Sultán. Pero allí están Alí y Hazán para impedir estos planes.

Se produce una batalla naval entre los turcos, y Ricardo y los cristianos apro­vechan el último momento para intervenir y recobrar la libertad. Logran tomar el control de una nave y en ella regresan a Trápani. Por su parte, Halima y Mahamut, ambos renegados, vuelven de nuevo al seno de la Iglesia católica. Al final de la no­vela, Ricardo devuelve a Leonisa a su antiguo amante, el lindo Cornelio, pero la bella muchacha prefiere quedarse con Ricardo y así acaba la historia.

La obra empieza con un llanto, «—¡Oh lamentables ruinas de la desdichada Ni­cosia, apenas enjutas de la sangre de vuestros valerosos y mal afortunados de­fensores!», lo que supone que comienza in medias res. Es el único relato de las doce Novelas ejemplares que empieza así, y justo tras leer las primeras páginas, el lector entiende que, aparte de tratar otros temas, esta obra nos lleva al mundo del cautiverio al tiempo que nos describe el mundo musulmán de la ciudad de Nicosia. Lo más destacado de esta novela ejemplar es su proximidad con la historia real. Sabemos, en efecto, que los turcos y los españoles estaban en guerra y que había continuas escaramuzas en distintos lugares del Mediterráneo. Con el aumento del número de los renegados, que preferían convertirse a una nueva fe religiosa antes que ser cautivos, la lucha fue creciendo cada vez más.

Entre los varios temas que plantea esta obra cervantina, considero que el del cautiverio y su entrelazamiento con la historia real es uno de los más importantes que el autor nos presenta, igual que sucede también en otras obras. Antes de aden­trarme en este tema, me gustaría recordar que Cervantes vivió cinco años en el cautiverio argelino, precisamente desde 1575 hasta 1580. Intentó escapar de esta cárcel hasta en cuatro ocasiones, pero no tuvo éxito y al final fue rescatado por los frailes trinitarios. Este tema del cautiverio aparece en sus obras desde al principio hasta el fin 1 . En La Galatea lo encontramos a través del personaje de Timbrio; en Don Quijote (I, 39-41) tenemos la historia del capitán cautivo; en Los trabajos de Persiles y Sigismunda, hay un episodio en el que aparecen unos falsos cautivos que piden limosna, etc. Existe este personaje que es el cautivo en casi todas las obras cervantinas. En esta novela ejemplar, a través de los ojos de Ricardo, que ha sido llevado al mundo turco, tenemos noticia del mundo islámico de Nicosia. Hay un gran número de personajes, de distintos niveles sociales, que están allí. Aparecen en la novela renegados, turcos, cristianos, judíos, berberiscos, soldados, comerciantes, mujeres, etc. Cada uno de los varios personajes tiene su papel en esa sociedad en la que dejan su huella. Me gustaría citar en este punto a Celsa Carmen García Valdés, quien en su artículo «La tolerancia en la obra de Cervantes» opina que:

Cervantes, durante los años de cautiverio, no vivió de espaldas al mun­do que le rodeaba; tuvo ocasión de conocer directamente la vida y cos­tumbres de los otomanos, de los moriscos, de los judíos, de los renegados, de los cautivos cristianos, y, posteriormente, cuando trama los argumen­tos de sus obras (El trato de Argel, Los baños de Argel, La Gran Sultana, El gallardo español, la historia del cautivo del Quijote, el relato de Ricaredo de La española inglesa, El amante liberal) tiene presentes las experiencias vividas. Alguna vez, incluso, se han llegado a sobrevalorar las “comedias de cautivos” cervantinas como documentos históricos y biográficos 2 .

Ya he indicado que Ricardo narra su historia a Mahamut, y a través de este personaje, Mahamut, conocemos la sociedad turca. No sabemos mucho sobre los sucesos previos de su historia, que siguen en la novela ejemplar, hasta llegar al desenlace, cuando consigue volver a su antigua religión católica. En esta novela cervantina no se dan datos acerca de su historia antes de convertirse en renegado, pero es posible que hubiese negado su fe al verse en una situación difícil en el mun­do turco. Es él precisamente quien introduce ese mundo turco en el relato, y habla de sus costumbres, en especial la de los sobornos. Veamos esta cita:

—Yo te satisfaré brevemente —respondió Mahamut—, y así has de sa­ber que es costumbre entre los turcos que los que van por virreyes de alguna provincia no entran en la ciudad donde su antecesor habita hasta que él salga della y deje hacer libremente al que viene la residencia; y en tanto que el bajá nuevo la hace, el antiguo se está en la campaña esperan­do lo que resulta de sus cargos, los cuales se le hacen sin que él pueda in­tervenir a valerse de sobornos ni amistades, si ya primero no lo ha hecho 3 .

Podemos deducir de estas palabras que Cervantes no aprecia el sistema admi­nistrativo turco, dominado por la corrupción. Los funcionarios de alto nivel obtienen y desempeñan esos puestos altos a través del dinero que consiguen por medio de los sobornos; pero cuando se introduce el tema del sistema jurídico, Cervantes lo aprecia, ya que se indica que todos son iguales antes del Cadí y la ley. Como he dicho antes, el universo novelesco cervantino está representado por personajes de distintos orígenes y profesiones, de distinta condición social. Pero en el plano jurídico, todos son iguales y cada uno recibe el mismo trato por parte de la justicia. Así pues, se plantea el concepto de la igualdad ante la ley para todos, algo que Cer­vantes admira. Con estas palabras lo describe el autor: «Y entre aquellos bárbaros, si lo son en esto, el cadí es el juez competente de todas las causas, que las abrevia en la uña y las sentencia en un soplo, sin que haya apelación de su sentencia para otro tribunal» 4 .

En este mundo de cautiverio y esclavitud, existen personas que están para ser vendidas y, en consecuencia, para ser compradas. Ya he señalado que Leonisa ha sido capturada, y que los personajes turcos hablan entre ellos para ofrecerla al Sul­tán, pero no tienen buenas intenciones con respecto a la mujer. Es una joven cuya gran belleza (descrita con mucho detalle) despierta el deseo de los hombres. Tanto los varones principales del mundo siciliano como los del turco la desean, y ella va a verse en la difícil situación de ser una mujer prisionera. Su condición será la de una mercancía, ya que un judío la ha comprado por dos mil doblas, y este mismo comerciante quiere venderla luego por cuatro mil. Con cada venta, su precio au­menta, y su condición de objeto nos da una idea del mundo financiero y mercantil de los turcos.

Hay un tema importante cuando hablamos de la protagonista femenina, y es precisamente el de su belleza. Consideremos esta descripción, que maneja las imágenes tópicas de la descriptio puellae:

Y así te pregunto primero si conoces en nuestro lugar de Trápana una doncella a quien la fama daba nombre de la más hermosa mujer que había en toda Sicilia; una doncella, digo, por quien decían todas las curiosas lenguas y afirmaban los más raros entendimientos que era la de más perfecta hermosura que tuvo la edad pasada, tiene la presente y espera tener la que está por venir; una por quien los poetas cantaban que tenía los cabellos de oro, y eran sus ojos dos resplandecien­tes soles, y sus mejillas purpúreas rosas, sus dientes perlas, sus labio rubíes, su garganta alabastro, y sus partes con el todo, el todo con sus partes, hacían una maravillosa y concertada armonía, esparciendo naturaleza sobre todo una suavi­dad de colores tan natural y perfecta, que jamás pudo la envidia hallar cosa en que ponerla tacha 5 .

En las obras cervantinas es muy habitual la descripción de la belleza femeni­na, y son los otros personajes —no siempre el narrador— quienes hablan de esa hermosura de la protagonista. Normalmente se describe como una belleza física altamente idealizada, desmesurada, pero, a través del desarrollo de la historia, se aprecia también la belleza interior de la mujer. Al principio, Leonisa desdeña a Ri­cardo, pero poco a poco se da cuenta de sus virtudes, y de esta manera su situa­ción cambia, pasando de ser frívola y desdeñosa a convertirse en compasiva y, al fin, en enamorada.

En sus obras Cervantes siempre nos presenta además otra categoría de prota­gonistas femeninas, aquellas que son malvadas: tienen deseos, y a veces son las­civas, en ocasiones atrevidas, otras veces crueles. En el caso de El amante liberal debemos recordar a Halima, que es la mujer del Cadí y tiene un papel secundario. Ella quiere mantener una relación con Ricardo, y solamente para cumplir su deseo se escapa y acepta la fe cristiana, pero sus planes no tienen éxito. A mi modo de ver, no es que Cervantes se burle de las mujeres de los turcos, sino que presenta la realidad tal como es. También en otras obras nuestro escritor da a sus personajes femeninos la opción de elegir, pero se ajusta siempre a la tradición y no contraviene las normas sociales.

Aparte del amoroso, el otro tema principal en esta novela ejemplar es la yux­taposición del mundo islámico con el mundo cristiano. A través del contacto de personajes e ideas que se da en la frontera de ambos grandes ámbitos, se muestra un lugar culturalmente intermedio, el cual crea —y recrea— distintos problemas de identidad, tanto personal como colectiva, y da lugar a distintos conceptos de nacio­nalidad y de religión. Personajes como el cautivo o el renegado no eran protagonis­tas solamente de los hechos de guerra y de los sucesos de la frontera en los textos literarios, sino que existían en la realidad, y así nos los presenta Cervantes en su novela. Conviene destacar que hay una gran precisión en el uso del tiempo en esta obra, en la que se habla de una época anterior a la batalla de Lepanto.

A través del lenguaje de los distintos personajes podemos percibir que aquel mundo resultaba conocido y desconocido a la vez para los lectores contemporá­neos. Cervantes usa palabras como chauz, cadí, bajá, nombres como Mahamut, expresiones como moro, y además nombres de distintos lugares de la geografía mediterránea como Sicilia, Trápana, Malta, etc. que podían ser conocidos, y a la vez desconocidos, para sus lectores contemporáneos. Es un mundo en el que los españoles aparecen descritos como llenos de virtudes, pero no así los turcos, que por supuesto para los contemporáneos de Cervantes eran los enemigos, y así se nos presentan con adjetivos negativos como mentirosos, deshonestos, corruptos, traidores, etc. Ahora bien, nunca se cuestiona su valentía, ya que el propio Cervan­tes, como soldado que había sido, sabía apreciar la valentía de sus enemigos. Entre otros muchos aspectos que el tema del cautiverio nos ofrece para su análisis, lo más destacado en esta novela es, desde el punto de vista lingüístico, el mestizaje de varios idiomas. En su obra más importante, Don Quijote de la Mancha, Cervan­tes describe este mestizaje lingüístico en el relato intercalado de la Historia del capitán cautivo (I, capítulos 39-41), donde el protagonista habla la lengua franca de los cautivos: «… me dijo en lengua que en toda la Berbería y aun en Constantinopla se halla entre cautivos y moros, que ni es morisca ni castellana ni de otra nación alguna, sino una mezcla de todas las lenguas, con la cual todos nos entendemos» 6 . Cabe destacar que en esta otra obra, El amante liberal, casi todos los personajes utilizan el castellano, todos ellos lo entienden y lo hablan.

Para terminar mi exposición, me gustaría concluir diciendo que Miguel de Cer­vantes ha utilizado los datos históricos para la creación de esta novela corta y ha logrado describir con mucha precisión el mundo islámico. Hay distintos personajes pertenecientes a ámbitos diversos de la sociedad, pero los que más sufren son los protagonistas cristianos, e incluso en el caso de los que reniegan y se convierten al islam su sufrimiento no acaba, sino que siguen sufriendo psicológicamente, como vemos en las narraciones de Mahamut. Las mujeres cristianas que son cautivas sufren por partida doble, porque por un lado están padeciendo el cautiverio y, por otra parte, corren el grave peligro de acabar en un burdel, si no pueden conseguir su libertad. Como es una novela ejemplar, Cervantes tiene pocas posibilidades de ex­perimentar con el uso de distintos idiomas a través de varios personajes. Sea como sea, considero que El amante liberal es una obra imprescindible para entender la visión del mundo islámico que tenía Cervantes y que se hace presente en varias de sus obras.

Bibliografía

Arellano, Ignacio, Cervantes. Breve introducción a su obra, New Delhi, Confluence International, 2005.

Cervantes, Miguel de, Don Quijote de la Mancha, ed. Francisco Rico, 3.ª ed. corregida y aumentada, Madrid, Santillana Ediciones Generales (Punto de Lectura), 2009, 2 vols.

Cervantes, Miguel de, Novelas ejemplares, ed. Harry Sieber, Madrid, Cátedra, 1988, 2 vols.

Canavaggio, Jean, Cervantes, Madrid, Espasa Calpe, 2003.

Garcés, María Antonia, «Yo he estado en Argel cinco años esclavo: cautiverio y creación en Cervantes», en Actas del XIII Congreso de la Asociación Interna­cional de Hispanistas, Madrid 6-11 de julio de 1998, coord. Florencio Sevilla Arroyo y Carlos Alvar Ezquerra, Madrid, Castalia/Fundación Duques de Soria, 2000, vol. 1, pp. 522-530.

Garcés, María Antonia, Cervantes en Argel: historia de un cautivo, Madrid, Gredos, 2005.

García Valdés, Celsa Carmen, «Vida y literatura: la tolerancia en la obra de Cervan­tes», Príncipe de Viana, núm. 234, enero-abril 2005, pp. 641-650.

Notas

1. Para el tema del cautiverio de Cervantes en Argel y su reflejo en su obra literaria es fundamental la monografía de María Antonia Garcés, 2005. Ver también Garcés, 2000, Canavaggio, 2003 y Arellano, 2005.

2. Ver García Valdés, 2005, p. 644

3. Cervantes, Novelas ejemplares, vol. I, p. 140.

4. Cervantes, Novelas ejemplares, vol. I, p. 156.

5. Cervantes, Novelas ejemplares, vol. I, p. 142.

6. Cervantes, Don Quijote de la Mancha, p. 421.

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