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Lenguaje de carnaval en el teatro breve del Siglo de Oro*
Carnival Language in the Short Plays of the Spanish Golden Age

Hipogrifo. Revista de literatura y cultura del Siglo de Oro, vol. 8, núm. 1,

Instituto de Estudios Auriseculares

Carmela Pérez-Salazar

Universidad de Navarra, GRISO ESPAÑA, España

Recibido: 29 Mayo 2019

Aceptado: 18 Julio 2019

Resumen: En este trabajo se analizan las peculiaridades lingüísticas de una colección de mojigangas teatrales desde una perspectiva pragmalingüística. Considerando las similitudes entre el diálogo teatral y la conversación, el análisis se fundamenta en el Principio Cooperativo formulado por Paul Grice para los intercambios conversacionales. La transgresión característica del carnaval se explica, en el lenguaje de estas piezas, como el incumplimiento sistemático de las máximas de Calidad, Cantidad, Relación y Modo, que sirve a los autores para obtener como efecto la sorpresa y la risa del espectador.

Palabras clave: Pragmalingüística, Principio cooperativo de Paul Grice, teatro, Siglo de Oro, burla.

Abstract: This paper analyzes the linguistic peculiarities of a collection of theatrical «mojigangas» from a pragmalinguistic perspective. Considering the similarities between the theatrical dialogue and the conversation, the analysis is based on the Cooperative Principle formulated by Paul Grice for conversational exchanges. The transgression characteristic of the carnival is explained, in the language of these pieces, as the systematic breach of the maxims of Quality, Quantity, Relation and Mode, which helps the authors to obtain the surprise and laughter of the spectator.

Keywords: Pragmalinguistics, Cooperative Principle of Paul Grice, Spanish Golden Age theatre, Mocking.



«El carnaval es la segunda vida del pueblo,
basada en el principio de la risa. Es su vida
festiva» (Mijaíl Bajtin, La cultura popular en la
Edad Media y en el Renacimiento, p. 10)

Fuente:

1. I ntroducción

Muchas manifestaciones culturales cuentan con símbolos específicos. Así sucede con el carnaval, cuyo objetivo es crear un espacio de diversión en el que se invierten las reglas y las restricciones sociales. Grotesco, ridículo, absurdo, caótico, ruidoso, excesivo, son adjetivos que se asocian habitualmente a la expresión literaria en la que está presente la percepción carnavalesca del mundo, esto es, la inversión de valores, la ruptura de jerarquías, la excentricidad. Cabe pensar que los mismos calificativos pueden aplicarse al lenguaje de las obras carnavalescas, en las que, como sucede con la música, la vestimenta o el movimiento, se crea un instrumento de comunicación específico, festivo y transgresor.

En estas páginas quiero mostrar algunos recursos lingüísticos que conforman ese código peculiar que he denominado «lenguaje de carnaval». Con este objetivo, me he servido de un grupo de obras dramáticas menores, las mojigangas parateatrales y teatrales, y en concreto las treinta piezas que reúne y edita Catalina Buezo Canalejo (2005), cuyo recorrido cronológico —1631 a 1714— se corresponde casi exactamente con el tercer subperíodo que se establece para el denominado español clásico: «desde el P. Villar a la Real Academia Española, desde Calderón y los epígonos de la literatura barroca a Feijoo», en palabras de Girón Alconchel 1 . Se trata, por tanto, del último tramo en el tránsito de lo medieval a lo moderno que representa el español clásico, en el que, a falta todavía de un modelo normalizado, la variación lingüística se puede emplear como recurso estilístico en la creación literaria 2 .

La elección del género se fundamenta en el carácter transgresor de las mojigangas, a menudo señalado. A ello se refieren, además de Buezo Canalejo 3 , Arellano 4 , que destaca el caos del movimiento y del ruido, los vestidos ridículos y bufonescos, y Huerta Calvo 5 , al recordar que, en la «“familia numerosa” que integra el teatro breve (desde las églogas de Juan del Encina hasta el sainete del siglo XVIII), la mojiganga teatral se caracteriza «por dislocar la atención de la lógica de la historia hacia la sorpresa y visualidad» 6 .

2. La mojiganga dramática. perspectiva de análisis lingüístico

Catalina Buezo Canalejo 7 revisa las varias acepciones del término mojiganga: personaje con vejiga; compañía teatral; divertimento festivo que parodiaba un espectáculo serio; mascarada grotesca y cabalgata de carnaval; cosa ridícula, y género dramático de obras breves —también denominadas baile, entremés,entremés cantado, sainete, fin de fiesta— escritas entre el primer tercio del siglo XVII y el primer tercio del XVIII 8 . La autora propone para el género teatral (que describe como «crónica dramatizada de los festejos públicos» 9 ), la definición que sigue:

Texto breve en verso, de carácter cómico burlesco y musical para fin de fiesta, con predominio de la confusión y el disparate deliberados explicables por su raigambre esencialmente carnavalesca 10 .

El interés del lenguaje de estas piezas dramáticas no ha pasado desapercibido. La misma autora 11 ofrece una descripción en la que presenta, especialmente desde la perspectiva retórica, aspectos fonéticos, gramaticales, léxicos y fraseológicos. Otros autores 12 han mostrado las singularidades idiomáticas de piezas teatrales menores del Siglo de Oro (pasos y entremeses) 13 , coincidentes, por su vocación cómica, con las descritas para la comedia burlesca del mismo tiempo 14 .

Así pues, mi aportación no resultará novedosa por la materia que voy tratar, pero sí, tal vez, por el enfoque pragmalingüístico que pretendo adoptar. Al analizar el lenguaje de las mojigangas desde esta perspectiva, me propongo interpretarlo en su contexto, entendido este concepto en el sentido amplio que abarca el entorno lingüístico, situacional y sociocultural 15 .

Un testimonio tomado del Sainete nuevo y mojiganga del organillo puede servir para ilustrar las posibilidades de un análisis basado en la pragmática. El significado convencional de las palabras del Barón 16 :



no cupo tanto animal
en el arca de Noé (El organillo, vv. 181-182, p. 133),

Fuente:

se recupera con base en el conocimiento compartido (la historia bíblica del Arca de Noé); pero, en el contexto festivo del género y de la obra, el espectador interpreta que el Barón no pretende valorar la cantidad de animales que cupieron en el Arca, sino calificar de animales a los personajes (los cuatro mundinovis: Chaques, Dublín, Periñá y Chanflón) 17 que acaban de entrar en la escena, ya plagada de protagonistas grotescos. En definitiva, la pretensión comunicativa del Barón alcanza más allá de lo que sus palabras significan literalmente 18 .

Ya se ha señalado que en el teatro no se habla como en la vida 19 . Frente a la inmediatez del diálogo cotidiano, en el intercambio dramático hay una construcción premeditada, una planificación que consiste en adaptar el lenguaje al género, a la obra, al desarrollo de la acción y al carácter de los personajes. Además, el discurso teatral se dirige simultáneamente a dos destinatarios: el interlocutor escénico y el público 20 . Aun así, el canal oral —y, en consecuencia, la información paralingüística y gestual, que se suman a la meramente lingüística—, la estructura dialógica y la necesidad de los autores de acomodar el lenguaje a la realidad vigente (aunque se recree, ha de ser reconocible) aproximan el intercambio dramático a la conversación espontánea 21 . Parece posible, por tanto, aplicar parámetros pragmalingüísticos conversacionales al análisis de los diálogos de las mojigangas. En lo que a este trabajo respecta, adoptaré como marco teórico el Principio cooperativo, formulado por Paul Grice (1989), que explica las directrices que regulan el uso del lenguaje en el intercambio conversacional 22 .

3. La comunicación cooperativa. máximas conversacionales de paul grice

Según Grice, que describe las directrices para el uso eficiente del lenguaje en la conversación 23 , el intercambio comunicativo es una actividad contractual en la que los interlocutores están implícitamente de acuerdo, reconocen sus papeles, y construyen la comunicación cooperativamente conforme al propósito del intercambio. La comunicación cooperativa se fundamenta en el cumplimiento de cuatro categorías o principios generales: Calidad, que consiste en decir lo que se cree verdadero; Cantidad, en suministrar la información necesaria; Relación, en decir lo conveniente o relevante, y Modo, en evitar ambigüedades u oscuridades en la expresión. En otras palabras, la comunicación cooperativa consiste en hablar sincera, pertinente y claramente, y en aportar la información suficiente, ni más ni menos.

Está claro que estas directrices no son reglas de cumplimiento obligado, sino tendencias que actúan como soporte, que se negocian y se alteran 24 . La inversión de alguna de las categorías que acabo de mencionar (o de alguna de las máximas en las que se desarrollan) es frecuente, y se produce tanto de forma oculta (es el caso de la mentira, que viola el principio cooperativo), como de forma manifiesta (con la ironía o la hipérbole, por ejemplo). La transgresión manifiesta de una máxima —explotación de una máxima, según Grice— no impide la comunicación: el interlocutor puede restablecer el equilibrio en el contexto comunicativo, realiza las inferencias oportunas e interpreta lo que se quiere decir; es más, la desobediencia manifiesta de estos principios, que conduce a sentidos inexpresados, puede alcanzar un alto valor comunicativo.

Atendiendo a la finalidad festiva de las mojigangas y de acuerdo con su carácter transgresor y excéntrico (sin olvidar el marco teatral en el que es el público el que ha de comprender la intención), las peculiaridades lingüísticas de esta piezas se pueden tratar como desobediencias flagrantes y manifiestas de los principios conversacionales de Calidad, Cantidad, Relación y Modo, desobediencias que, además de producir efectos de sentido, provocan el desconcierto y la risa del auditorio. Forman parte, por tanto, del mismo código que permite las rupturas escénicas, la ridiculización de lo serio, la manipulación de la cortesía, la vulgarización de lo noble o virtuoso o las alteraciones de la norma del decoro 25 .

4. Ruptura de los principios conversacionales

4.1. Ruptura del principio de Calidad

El principio de Calidad (o Sinceridad) concierne al valor veritativo de los actos de habla, y consiste en no decir lo que se sabe falso o aquello de lo que no se tengan pruebas 26 .

La ironía constituye una transgresión de este principio, puesto que estriba en afirmar algo que se sabe falso. En el diálogo entre los personajes Buen Busto y Mal Gusto, protagonistas de la Mojiganga teológica de Isla, se enfrentan lo fino y lo grosero. Mal Gusto, defensor en el texto de lo chocarrero y lo escatológico (y que aparece en escena con un cerdo con mantillas y fajas 27 ), ofrece este pasaje, en el que se dirige irónicamente a su adversario remedando su forma de hablar; la selección léxica —miramelindo,alma, vida, corazón, ojuelos, carita,boquita—, la derivación homogénea —diminutivos—, las metáforas —muñeco,perlita, rosa, nieve—, la intensificación, que se manifiesta por distintos medios —superlativos, estructuras comparativas, secuencias exclamativas (cfr. infra)— y, con seguridad, los rasgos suprasegmentales de la realización oral (el tono irónico, los cambios de velocidad en la emisión, el volumen) y el lenguaje gestual, son señales de que su intervención ha de interpretarse como una burla de todo lo que Buen Gusto representa:

MAL GUSTO

Ven acá, miramelindo,
graciosísimo muñeco;
si muerto pareces bien,
vivo, ¿por qué has de ser menos?
Ven acá, mi alma, mi vida,
mi corazón, mis ojuelos;
ven acá, perlita mía,
que te haré yo más requiebros
que un galán bobo a su dama
y una madre a su chicuelo.
¡Qué carita tan de Pascua!
¡Qué doradito el cabello!
¡Qué boquita tan donosa!
[…]
Rosa y nieve es tu semblante,
y es ámbar puro tu aliento
[…]
¡Miren qué gruñir tan dulce!
¡Y qué chillidos tan tiernos!
¡Qué quiebros de ruiseñor!
¡Qué gorjeos de jilguero!
(Mojiganga teológica, vv. 199-224, p. 95)

Fuente:

La ironía preside también la intervención de Bernardo y Antonia en El zarambeque, de López del Campo, cuando se refieren a Carrillo —que sale a escena disfrazado de mozo de pellejos, encima de un cuero y con un borracho a cuestas— con los términos que siguen:

BERNARDO

¡Buena figura!

Fuente:

ANTONIA

¡Extremada!
(El zarambeque, vv. 162-163, p. 441)

Fuente:

4.2. Ruptura del principio de Cantidad

Si el principio de Cantidad consiste en no ser más o menos informativo que lo requerido, la burla de esta máxima consistirá en decir menos o más. Tautologías, perogrulladas y palabrería son, pese al exceso aparente, infracciones por defecto, puesto que no aportan información. En los testimonios que siguen, tautologías y perogrulladas 28 conviven inseparablemente en boca de algunos personajes ridículos o cómicos 29 : Monsieur Escabechi (El organillo), los alcaldes de El alcalde Mairena, El alcalde de Pozuelo y El mundi nuevo, y la mujer de La ronda de Navidad, que repite una cancioncilla tras la intervención de cada personaje:

ESCABECHI

Nobli machi di Castilla,
pues ser machi es ser varón,
en questa fiesta pendencia
non si podi, porqui non,
porqui vini, porqui fue,
porqui tornó qui volvió.
(El organillo, vv. 91-96, p. 129)

Fuente:

ALCALDE

Pesa poco la vaca cuanto es flaca.
(El alcalde de Mairena, v. 150, p. 165)

Fuente:

ESCRIBANO

¿En Madrid? ¡Jesús mil veces!

Fuente:

ALCALDE

Si, escribano, que hay lo mesmo
desde Pozuelo a Madrid
que de Madrid a Pozuelo.
(El alcalde de Pozuelo, vv. 31-34, p. 226)

Fuente:

ALCALDE

Que esto, a lo menos,
ello bien puede ser malo,
pero no parece bueno.
(El mundi nuevo, vv. 71-74, p. 344)

Fuente:

REGIDOR

¿Y qué le habéis de decir
a la Infantica?

Fuente:

ALCALDE

Lo mesmo,
pus con todo el cielo se habra
cuando se habra con el cielo.
(El mundi nuevo, vv. 302-305, p. 356)

Fuente:

MUJER

«Calvo rapaz,
no, no, no, no te burles más,
que si calva tienes hoy,
tienes hoy,
mañana calvo estarás».
(La ronda de Navidad, vv. 124-128, p. 294)

Fuente:

La locuacidad es característica esencial del pseudoculto. La caricatura de la Baronesa de El organillo se fundamenta en su tendencia a la verborrea: enunciados vacíos, adjetivación innecesaria, creaciones léxicas absurdas, palabras archisilábicas completan el retrato del personaje ridículo que exige la acotación:

BARONESA

Mi cónyunge espiritado,
vos, que mi cachimarido
sin haberlo yo sentido
sois por uno y otro lado,
¿qué sainete habéis trazado
en esta fiesta que vi? […]
Lápidas anhelo obscuras,
en pesares sepultada,
pues me miro desairada
por todas mis coyunturas.
(El organillo, vv. 5-10 y 24-28, pp. 125-126)

Fuente:

BARONES

Vos, mojiesposo bolonio.
(El organillo, v. 38, p. 126)

Fuente:

BARONESA

¿Qué hay, alcalde sustantivo?
(El organillo, v. 47, p. 127)

Fuente:

De modo similar (con preferencia por la acumulación de palabras y por las voces esdrújulas y polisilábicas) se expresan el Correo, personaje de Lo que pasa en Madrid, el licenciado Ahorcapollas de El alma y el colegial de La casa del duende:

CORREO

¿No me diréis, señor, porque lo crea,
quién es aquí el alcalde de esta aldea?
Porque busco, rebusco y solicito
al alcalde, alcaldazo y alcaldito.
(Lo que pasa en Madrid, vv. 1-4, p. 392)

Fuente:

LICENCIADO

¿Cómo no me ha prevenido
para esta fiesta su acuerdo,
sabiendo la prontitud
de mi raro entendimiento,
lo líquido estrambotado
y afluente de mi ingenio,
lo garcivolante opaco
y el imaco de mis versos?
(El alma, vv. 25-32, p. 204)

Fuente:



Más valiera [que] no me vieran,
pues es mi breve sujeto
circunferencia exitiva,
abreviatura, modelo,
síncopa, epílogo y cifra
de todos cuantos festejos
se hacen en día de el Corpus.
(El alma, vv. 40-46, p. 205)

Fuente:

COLEGIAL

¿Es usted en propiedad
el dueño de esta morada,
inquilino y sensualista?
(La casa del duende, vv. 160-162, p. 269)

Fuente:

No sorprende, porque es esencial en el carnaval, que la transgresión de la Cantidad se incline con frecuencia hacia el exceso. En concreto, se manifiesta mediante el fenómeno de la intensificación 30 , estrategia que aparece en boca de cualquier personaje 31 . y que permite poner en juego multitud de recursos (morfológicos, léxicos, sintácticos y semánticos), hasta el punto de que se convierte en característica esencial de estas piezas. En la selección que presento aquí se puede observar, en algunos pasajes, la acumulación de procedimientos que intensifican cantidades y cualidades32. Aunque estos testimonios no agotan todas las posibilidades expresivas de la intensificación, pueden servir para mostrar el modo habitual en que se expresan los personajes de mojiganga, la voluntad de sorprender y divertir al espectador con la búsqueda de fórmulas ingeniosas, y, consecuentemente, la explotación de las posibilidades que ofrece el idioma:

Recursos morfológicos (prefijos y sufijos)

MAL GUSTO

Hablando
con el debido respeto,
miente y remiente y trasmiente
y tataramiente el necio.
(La mojiganga teológica, vv. 7-10, p. 88)

Fuente:

RANA

Un bergantón sayagués.
(Las lenguas, 16, p. 175)

Fuente:

COLEGIAL

Sois discretazo usiría,
profecía de garnacha.
(La casa del duende, vv. 208-209, p. 271)

Fuente:

Recursos léxicos y fraseológicos

HOMBRE 1.º

Se hallan
en la Corte cada día
novedades extremadas.
(La casa del duende, vv. 345-347, p. 277)

Fuente:

PAREDES

Esa es merced muy colmada.
(Las loas, v. 133, p. 197)

Fuente:

HABLADOR

Yo soy un hombre que hablo
por los codos y los dedos,
sin ton ni son y deprisa
disparo a diestro y siniestro.
(El alcalde de Pozuelo, vv. 307-310, p. 237)

Fuente:

REY

Yo soy rey de tomo y lomo.
(Doña Jimena Gómez, v. 187, p. 252)

Fuente:

Recursos sintácticos (cuantificadores; modificadores simples; estructuras comparativas y consecutivas, esquemas sintácticos)

ROLLONA

[al italiano] Usté será
treinta veces majadero.
(Los niños de la Rollona…, vv. 172-173, p. 14)

Fuente:

DOÑA LOA

Jamás Pateta 33
dijo necedades tantas.
(Las loas, vv. 104-105, pp. 196-197)

Fuente:

ALCALDE

¿Y no me diréis vos quién es, primero,
un hombre tan notable majadero
que, según lo que habláis, ser es forzoso
enfadado, enfadante y enfadoso?
(Lo que pasa en Madrid, vv. 1-8, p. 392)

Fuente:

ROLLONA

Bravos charlatanes son
los italianos.
(Los niños de la Rollona…, vv. 196-197, p. 149)

Fuente:

ESCRIBANO

Famosamente llueve.
(Las fiestas de palacio, v. 42, p. 313)

Fuente:

ALCALDE

¿Falta la justicia? No en mis días,
aunque me llore más que Jeremías 34 .
(El alcalde de Mairena, vv. 43-46, p. 160)

Fuente:

LICENCIADO

Y dice el alma:
«¡Válgame la madre de Dios!
¿Qué he de hacer,
tan pensativa y tan triste,
más chiquita que un alpiste,
más tenua que un alfiler?».
(El alma, vv. 199-204, p. 212)

Fuente:

ALCALDE

Me vine desde Pozuelo,
aldea que, sin regar,
produce la flor del berro
los ingenios como muslos,
espárragos como dedos.
(El alcalde de Pozuelo, vv. 10-14, pp. 225-226)

Fuente:

JIMENA

Más sabe que mil Licurgos 35 .
(Doña Jimena Gómez, v. 117, p. 249)

Fuente:

CUPIDO

¡Que teniendo yo una boca
que es como una grande espuerta
no cogiese la manzana!
(La manzana, vv. 187-189, p. 330)

Fuente:

REGIDOR

[Hablando de Venus, que tiene barba].
Que tiene buenas barbas.

Fuente:

ALCALDE

En conciencia,
que puede ser letrado del audiencia.
(La manzana, vv. 42-44, pp. 325-326)

Fuente:

LOZANO

¡Oh, reniego del juanete!

Fuente:

CID

Pues ¿os duele?

Fuente:

LOZANO

Que me mata.
(Doña Jimena Gómez, vv. 132-134, p. 249)

Fuente:

GATUPERIO

¿Qué he de tener si soy tan desgraciado
que ni anoche cené ni hoy he almorzado?
(La casa del duende, vv. 11-12, p. 263)

Fuente:

NEGRO

¡Eh, eh, eh, que me cayo de lisa!
(II Nocturno. Villancico V, v. 85, p. 286)

Fuente:

TAPADA1.ª

Aquestas mozas
siempre he dicho yo que cantan
que rabian.
(Mojiganga para Quinto elemento…, vv. 110-112, p. 366)

Fuente:

MÚSICA

Aquestas sí que son bodas,
bodas son para lucir
[…]

Fuente:

CID

Esta sí que es buena novia,
novia del cuerpo gentil
[…]

Fuente:

JIMENA

Este sí que es lindo novio,
tan valiente como el Cid.
(Doña Jimena Gómez, vv. 290-299, p. 256)

Fuente:

Recursos sintácticos y suprasegmentales (estructuras exclamativas)

CAMINANTE

¡Jesús, Jesús, qué lástima le tengo!
(Las lenguas, v. 34, p. 176)

Fuente:

CAMINANTE

¡Jesús, lo que me pesa
venir aquí!
(Las lenguas, vv. 53-54, p. 177)

Fuente:

NEGRO

¡Ay, Zesú, y qué bueno que za!
(II Nocturno. Villancico V, v. 86, p. 286)

Fuente:

GORDO

¡Dios me bendiga, qué gordo!
Aunque en este pobre tiempo
me miro, y ¡qué de tajadas
todas las noches me ceno!
(La ronda, vv. 132-135, p. 294)

Fuente:

CLISIE

Mas ¡ay de mí, qué angustia!

Fuente:

HÉRCULES

¡Ay triste, qué tormento!

Fuente:

ALFEO

¡Ay infeliz, qué ahogo!

Fuente:

ECO

¡Ay mísera, qué angelo!
(Mojiganga para Quinto elemento…, vv. 117-120, p. 367)

Fuente:

En cuanto a los procedimientos semánticos, soy consciente de que las metáforas merecerían un análisis que no puedo abordar en estas páginas. Como recurso intensificador, se aplican a realidades tan diversas como el caos idiomático que se produce en Las lenguas por el desfile de personajes, o el buen olor de un dulce en La mojiganga teológica:

TODOS

¿Qué es aquesto?

Fuente:

JUAN RANA

Babilonia de a poquito
que en sola una calle encuentro.
(Las lenguas, vv. 278-280, p. 188)

Fuente:

MAL GUSTO

El buen gusto es una cierta
gracia de los pasteleros
[…]
Un olor que hace cosquillas
en las narices de un muerto.
(La mojiganga teológica, vv. 143-148, p. 93);

Fuente:

sin embargo, conforme a lo que cabe esperar en composiciones que focalizan esencialmente lo negativo, lo feo y lo deforme 36 , las metáforas más habituales suelen contribuir a realzar la maldad, la delgadez, la vejez, los defectos físicos, la pedantería, la apariencia ridícula…:

ROZAS

[Hablan de las dueñas; el toro acaba de arrastrar a una]
Hasta las enaguas blancas
las trae de bayeta negra.

Fuente:

ALCALDE

Días ha que no ha mudado
de camisa esta culebra.
(Los alcaldes, vv. 205-208, p. 412)

Fuente:

POETA

[a la dama flaca]. Todo el coro de las nueve
en vos redujo su metro.
(El alcalde de Pozuelo, vv. 207-210, p. 233)

Fuente:

DAMA CORTESANA

Yo soy dama cortesana,
que de ser dama me precio,
aunque en el rostro las fechas
favorecidas del tiempo
en cien renglones de arrugas
«aquí fue Troya» escribieron.
(El alcalde de Pozuelo, vv. 293-298, p. 237)

Fuente:

HABLADOR

¿Bebes vino?

Fuente:

CORCOVADA

Soy aguada.

Fuente:

HABLADOR

¡Vive Dios que no lo creo
que no sepa emborracharse
quien carga tan delandero!

Fuente:

CORCOVADA

El cielo tiene la culpa,
que tan hermosa me ha hecho.

Fuente:

HABLADOR

A las dos, no por corcovas,
por lobanillos los tengo 37 .
(El alcalde de Pozuelo, vv. 173-181, p. 232)

Fuente:

HABLADOR

Las bóvedas te hacen fresca.

Fuente:

CORCOVADA

Y a ti las cláusulas, necio,
hablando por los ijares.
(El alcalde de Pozuelo, vv. 195-197, p. 233)

Fuente:



(Sale Juno, que también lo hace un hombre, muy
andrajoso y muy ridículo, y se arrodilla al Alcalde.)

Fuente:

JUNO

Paris, a Juno tienes hoy sujeta.

Fuente:

ALCALDE

Levanta, sacatrapos de escopeta.
¿Qué se parece?

Fuente:

REGIDOR

Digo que en la ropa
diosa me ha parecido de la sopa.

Fuente:

ALCALDE

Bello montón de trapos.

Fuente:

JUNO

Por el tiempo vestí de primavera.

Fuente:

ALCALDE

Más parecéis de andrajos salvadera 38 .
(La manzana, vv. 67-73, p. 327)

Fuente:

La dialoguicidad del teatro favorece también la intensificación de la actitud, y, en el caso de las mojigangas, la expresión del desacuerdo o la disconformidad mediante esquemas fraseológicos, locuciones, preguntas retóricas o incluso maldiciones, como se aprecia en los testimonios que siguen 39 :

ALCALDE

Y en todo lo que fuere su ganancia
escribid que le absuelvo de la instancia.

Fuente:

GARZÓN

¿Qué absolución es esa o qué basura?
(El alcalde de Mairena, vv. 159-161, p. 166)

Fuente:

ALCALDE

¿Falta la justicia? No en mis días,
Aunque me llore más que Jeremías.
(El alcalde de Mairena, vv. 45-46, p. 160)

Fuente:

ALCALDE

Cantáis como un jilguero;
denle quinientos reales en dinero.

Fuente:

ESCRIBANO

¿Quién se los ha de dar? ¿Estáis soñando?
(El alcalde de Mairena, vv. 187-189, p. 167)

Fuente:

PAREDES

En fin ¿se queda sin loa
el auditorio?

Fuente:

GASPAR

¡Malhaya
tu loa y quien te inventó!
(Las loas, vv. 220-222, p. 201)

Fuente:

MÚSICA

«Vítor el señor alcalde,
Vítor, revítor y sea […]»

Fuente:

ALCALDE

¡Maldito tu vítor sea!
(El marqués de Villena, vv. 1-13, p. 217)

Fuente:

(El marqués de Villena, vv. 1-13, p. 217)

4.3. Ruptura del principio de Relación

Respetar el principio de Relación significa ser pertinente, esto es, ajustarse al asunto de la conversación. La transgresión de esta categoría es habitual, y se manifiesta de diversos modos en las piezas analizadas. La introducción de lo es catológico, lo vulgar o lo coloquial suele ocurrir repentina y sorprendentemente, interrumpiendo el asunto o el tono del discurso, como cuando hablan Mal Gusto, Camoeso, Jimena y el Cid 40 , Esportillero y Venus en los pasajes que siguen:

MAL GUSTO

Rosa y nieve es tu semblante,
y es ámbar puro tu aliento;
tu orina es agua rosada
y es cada gota un destello
del alba, y es todo algalia
la goma de tu trasero.
(El organillo, vv. 215-220, p. 95-96)

Fuente:

ASTRÓLOGO

¡Que haya en el mundo quien gaste
en pregones su dinero
sabiendo que aún está vivo
el astrólogo Camoeso,
de cuya ciencia los astros
están temblando de miedo,
pues la semana pasada
descubrí un juanete a Venus!
(El alcalde de Pozuelo, vv. 57-64, p. 227)

Fuente:

Jimena y el Cid en Doña Jimena Gómez:

JIMENA

Arrastrando luengos lutos,
a vuestras plantas, señor,
llego rabiando de pena
y riendo de dolor.
Lágrimas vierten mis ojos
nacidas de mi pasión;
non me las menea el aire,
non me las calienta el sol;
non es de sesudos homes,
ni de infanzones de pro,
probar en homes ancianos
el su juvenil furor.
Rodrigo, señor, Rodrigo,
dio a mi padre un coscorrón
encima de la cabeza
que las liendres le mató.
(Doña Jimena Gómez, vv. 200-215, p. 253)

Fuente:

CID

Dame, pues, esa mano, doña Jimena,
que parece capullo de berenjena.
(Doña Jimena Gómez, vv. 263-265, p. 255)

Fuente:

ESPORTILLERO

Si oyera cantar en Cangas
de la noche la serena,
sin duda se espatarrara.
(La casa del duende, vv. 323-325, p. 276)

Fuente:

MARTE

Ya tenemos claridad:
¿qué hemos de hacer, Venus mía?

Fuente:

VENUS

Vámonos, dijo mi tía,
a París, esa ciudad.
(Los planetas, vv. 25-29, p. 305)

Fuente:

La polifonía teatral permite además insertar comentarios “impertinentes” mientras transcurre una intervención. Así sucede en una escena de La Rollona, en la que la Criada irrumpe constantemente en el monólogo de la Viuda:

VIUDA

¿A mí azotes, cuanto tengo
por parientes en Madrid
más de cuatro mil sujetos
caballeros del Tusón?

Fuente:

CRIADA

De esparto.

Fuente:

VIUDA

¿Y hombres de peso,
que tienen sus hidalguías
pasadas…

Fuente:

CRIADA

Por los pellejos.

Fuente:

VIUDA

… y desnudas?

Fuente:

CRIADA

Claro está,
porque están todas en cueros.
(Los niños de la Rollona…, vv. 107-115, pp. 145-146)

Fuente:

Uno de los recursos con vocación cómica más explotados está relacionado precisamente con la burla de esta máxima. La participación de personas de diversas nacionalidades o grupos étnicos permite a los autores introducir en escena códigos macarrónicos: idiomas construidos sobre tópicos y hablas minoritarias inventadas. No es mi objetivo describir los rasgos lingüísticos de estos pseudoidiomas o abundar en su eficacia para provocar risa 41 , sino señalar su relación con el principio de Pertinencia: la incomprensión entre los personajes en escena facilita que sus intervenciones rompan constantemente el hilo temático; el espectador, en cambio, decodifica todas las intervenciones e interpreta los equívocos.

La Mojiganga de las lenguas de Calderón está construida sobre la base de este recurso:

RANA

¿Sabrame usted decir dónde es la calle de
Tintores?

Fuente:

ITALIANO

Fratelo, yo destralle
vollo de bona gana.

Fuente:

RANA

Claro está que, si es tan de mañana,
tendré gana de bollos.
(Las lenguas, vv. 75-79, p. 178)

Fuente:

RANA

¿Sabe usted dónde hallaré
alguna danza de negros?

Fuente:

GALLEGA

Y aun la de us branco y todo,
pois aquí, enlobregueciendo,
pedantes que tunan, fallan
endilgado alojamiento
homes e fembras.
(Las lenguas, vv. 105-111, p. 180)

Fuente:

GORRÓN

Dominus tecum.

Fuente:

RANA

¿Quién ha estornudado aquí?

Fuente:

GORRÓN

Quid inters amice nemo 42
quidam pauper escolasticus,
sum nesecitate opresus.
Tuam, domine, demenciam
imploro, postulo et peto

Fuente:

RANA

De petos y de pistolas
no entiendo, amigo.

Fuente:

GORRÓN

Audi precor,
mortus paulo minus.

Fuente:

RANA

Bien,
¿palominos tenéis muertos?
Pues vámonos a almorsarlos.
(Las lenguas, vv. 132-143, pp. 181-182)

Fuente:

En la mojiganga El mundi nuevo, la mención de la palabra negro se convierte en pretexto para romper el hilo temático (y dar entrada a los personajes negro y negra):

ESCRIBANO

Negros de vuestros pecados
si esto parece mal!

Fuente:

EXTRANJERO

¿Negros?
Poy salga li negri al punto,
salga li negri al momento.

Fuente:

NEGRO

Y gun, gun, gu.

Fuente:

NEGRA

Y guan, guan, gua.
(El mundi nuevo, vv. 275-280, p. 355)

Fuente:

4.4. Ruptura del principio de Manera

El principio de Manera (o buena forma) se relaciona con el modo de decir; aconseja ser breve y ordenado, evitar la oscuridad de expresión y la ambigüedad.

Las llamadas figuras de dicción, y en particular los juegos de doble sentido, agudeza habitual en la literatura del Siglo de Oro, constituyen un modo frecuente de burlar este principio. Como cabe esperar en obras de vocación popular, se busca el doble sentido (o se juega con la homofonía) en voces de uso habitual: zorrilla, bueno, capón, corrientes, cuajada, mercedes. (h)errar, (a)dorar:

BARRENDERO

Tú lo eres y tu abuelo, [cristiano, quiere decir]
que soy Dumingo Zorrilla,
y lo Zorrilla es añejo [zorra es, familiarmente,
borrachera, y el tipo va borracho]
(Los niños de la Rollona…, vv. 274-276, p. 152)

Fuente:

ESCRIBANO

Información ofrece por escrito
Pedro Bueno.

Fuente:

ALCALDE

No solo no la admito,
pero, mientras tuviere yo este palo,
no quiero que entre aquí bueno ni malo.
(El alcalde de Mairena, vv. 35-38, p. 160)

Fuente:

DUENDE

Cuatro capones, señor,
si la música os agrada,
traeré que os canten un tono.

Fuente:

PORTUGUES

¿Capones? Eu tirala
capoes en un asador
mellor que en un tono cantan.
(La casa del duende, vv. 316-321, p. 276)

Fuente:

AZUDA 43

No hayan miedo que me corra,
aunque me apoden, que es fuerza
que quien anda con corrientes
sepa de burlas y veras.
(II Nocturno, Villancico V, vv. 11-14, p. 283)

Fuente:

MULA

Yo soy mula vizcaína.
Que ando errada decís, pero
el yerro nació en mi patria,
y las mulas de mi porte
nunca aciertan sino erradas.
(II Nocturno, Villancico V, vv. 54-58, p. 285)

Fuente:

PINTOR

Yo soy un pintor, y al niño,
que hace visos a lo humano,
porque no mude colores
vengo yo mismo a dorarlo.
(II Nocturno, Villancico V, vv. 61-64, p. 285)

Fuente:

ESCRIBANO

Pues sabed que ya cuajada
la mojiganga tenemos.

Fuente:

ALCALDE

No dejará de ser fresca
si es cuajada.

Fuente:

REGIDOR

¡Y aun del tiempo!
(El mundi nuevo, vv. 119-122, p. 346)

Fuente:

ESCRIBANO

Alcalde, pedid mercedes

Fuente:

ROZAS

¿Pues no es mejor excelencias?
(Los alcaldes, vv. 231-232, p. 413)

Fuente:

Juegos de doble sentido involucran asimismo expresiones fraseológicas (dar perro, condenar en costas, ir de gorra, estar en pelota(s), poner en solfa 44 ), en las que se aprovechan el significado literal y el idiomático:

ROLLONA

Yo aseguro que no falte
en Madrid quien la dé un perro.
(Los niños de la Rollona…, vv. 98-99, p. 145)

Fuente:

ALCALDE

Si tanto he de medir, dadme otra vara [arrima la que
trae y danle otra más gorda]
Esta sí es buena, y no uséis varetillas,
ya las condene en costas, ya en costillas.
(El alcalde de Mairena, vv. 18-20, p. 159)

Fuente:

ESCRIBANO

[al alcalde] Este casco es pesado;
de gorra podéis ir.
(Las fiestas de palacio, vv. 24-25, p. 312)

Fuente:



(Sale Palas, que es otro hombre muy ridículo, con
una pala en la mano y en el vestido cosidas
a trechos unas pelotas)

Fuente:

ALCALDE

Bien se ve que es poeta.

Fuente:

REGIDOR

¿En qué?

Fuente:

ALCALDE

En las galas

Fuente:

REGIDOR

Y del traje ¿qué juzgas?

Fuente:

ALCALDE

Sí se nota.
Digo que es Palas porque está en pelota.
(La manzana, vv. 88-90, p. 328)

Fuente:

SARGENTO

¿… y es cantada? [se refiere a la obra que van
a representar]

Fuente:

FAUSTO

No, puesta en solfa.
(Mojiganga para Quinto elemento…, vv. 25-26, pp. 361-362)

Fuente:

El lenguaje «de capricho» 45 que Quiñones de Benavente inventa para los personajes mitológicos en Los planetas, vacío de contenido fuera del efecto que se persigue obtener exclusivamente con el nivel fonético, lleva al límite la explotación de esta máxima:

BERNARDA

Pues porque no nos entiendan
los hombres, en cifra hablemos.
Y dice la Luna:

Fuente:

LUNA

Zuribi, trapigo, rostripi, suna.

Fuente:

BERNARDA

Y el Sol la responde:

Fuente:

SOL

Tropico, libico, zas, pirilonde.

Fuente:

BERNARDA



Fuente: Y Marte replica:

MARTE

Bilibu, trastigo, pele, Marica.

Fuente:

BERNARDA

Vulcano se queja:

Fuente:

VULCANO

Chumba, cachumba, tustus, ciroseja.

Fuente:

BERNARDA

Mas Venus repite:

Fuente:

VENUS

Gravi, parotide, cras, chiribite.

Fuente:

BERNARDA

Si Venus se queja, respóndola así,
por todos los dioses que faltan aquí:
«Mariña, calambu, falala,
Bebé, zurumbático, zas, pitití».
(Los planetas, vv. 91-106, p. 308)

Fuente:

La finalidad de este código cifrado indescifrable (que en el texto se compara con el que emplean los doctores) se explica así en la misma obra:

JUAN DE TAPIA

¿Qué junta y qué lengua es esta?

Fuente:

AUTORA

Ni es romance ni es latín.

Fuente:

MARÍA DE ARTIAGA

Las juntas de los doctores
yo entiendo que son así.

Fuente:

AUTORA

¿Para qué la hablan los dioses?

Fuente:

MARÍA DE ARTIAGA

Solo para hacer reír.
(Los planetas, vv. 107-112, pp. 308-309)

Fuente:

5. Final

Al revisar la cultura cómica popular de la Edad Media y el Renacimiento, Bajtin 46 explica en qué consiste el humor carnavalesco, que es, ante todo, señala, un humor festivo: durante el carnaval en las plazas públicas, la abolición de las diferencias y barreras jerárquicas entre las personas y la eliminación de ciertas reglas y tabúes vigentes en la vida cotidiana, creaban un tipo especial de comunicación a la vez ideal y real entre la gente, inconcebible en situaciones normales. Ese tipo especial de comunicación, el lenguaje carnavalesco, se aprecia en las mojigangas analizadas, en las que, pese a la sencillez dramática, abundan los recursos lingüísticos con vocación cómica.

Analizado desde los principios conversacionales formulados por Grice —que, según he querido mostrar, resultan idóneos para tipificar las singularidades lingüísticas de estas piezas— el lenguaje de carnaval merece los calificativos que mencionaba al comenzar este trabajo: ridículo, absurdo, caótico, ruidoso, excesivo. La violación de las máximas (muy especialmente las que atañen a los principios de Cantidad y Relación) permite a los autores acumular estrategias en las que se fundamenta el humor, y que adquieren sentido en el contexto transgresor de las mojigangas.

Bibliografía

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Notas

* Este trabajo se enmarca en el proyecto FFI2017-82532-P MICINN/AEI/FEDER, UE, Identidades y alteridades. La burla como diversión y arma social en la literatura y cultura del Siglo de Oro, Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades-Agencia Estatal de Investigación del Gobierno de España.

1. Girón Alconchel, 2004, p. 885.

2. Frago, 2000, pp. 432-444.

3. Buezo Canalejo, 2005.

4. Arellano, 1995, p. 677.

5. Huerta Calvo, 2001, pp. 73-77.

6. El autor incorpora aquí (p. 76) las palabras de Asensio respecto de los antecedentes de la mojiganga teatral.

7. Buezo Canalejo, 1993, pp. 1-5.

8. En pp. 1-22 describe que esta polisemia aumenta entre los autores de piezas dramáticas (‘chiste bien pensado’, ‘disparate adrede’, ‘baile burlesco’), y traza las fases de la evolución del género así llamado y los tipos de mojiganga dramática.

9. Buezo Canalejo, 1993, p. 310.

10. Buezo Canalejo, 1993, p. 22.

11. Buezo Canalejo, 1993, § 7.

12. Bustos Tovar, 1998; Huerta Calvo, 2001, pp. 137-150.

13. Huerta Calvo (2001, p. 137) caracteriza el lenguaje de los entremeses como «un enorme campo de experimentación lingüística». Ver, sobre la producción grotesca de Calderón, García Lorenzo (1986, pp. 180-185).

14. Arellano, 1995, pp. 650-658.

15. Reyes, 1995, pp. 19-22.

16. Indico, en los testimonios que cito, los versos, las páginas y el título de la mojiganga.

17. En relación con los mundinovis, Buezo Canalejo (2005, pp. 337-338) explica cómo se transformó el género de la mojiganga a partir del éxito de El mundi nuevo, de Suárez de Deza. Desde 1662, fecha de esta obra, cambian los personajes centrales; el alcalde es sustituido por un extranjero o un mago, que se convierte en motor de la representación.

18. Sobre el concepto de implicatura, ver, además de Grice (1989, pp. 24-26), Levinson (2000, § 3).

19. Bustos Tovar, 1998, p. 425.

20. Bustos Tovar, 1998, pp. 423-425.

21. Jauralde Pou (1992, pp. 101-102) afirma que es posible «trazar amplios lienzos» del habla coloquial a partir de ciertas fuentes escritas, entre las que menciona los diálogos de las novelas áureas. Sobre la presencia de rasgos lingüísticos de distintas clases y grupos sociales en obras literarias, ver Ariza (1998, p. 221-225). Buezo Canalejo (1993, p. 177) reflexiona sobre la realidad social que recrean los personajes de mojiganga: «los personajes de las mojigangas son los que se encontraban en la plaza pública en época de Carnaval, o que formaban parte de espectáculos burlescos representados en la Corte durante esas fechas».

22. Las máximas de Grice han sido utilizadas a menudo en la investigación pragmalingüística, pero apenas se han aplicado para el análisis de obras literarias. Haverkate (1994, p. 179), que analiza los diálogos del Quijote desde esta perspectiva, señala la escasa utilización en textos literarios, especialmente si pertenecen a épocas remotas.

23. Grice, 1989, pp. 26-31.

24. Su seguimiento depende de la cultura comunicativa de los hablantes, del contexto o incluso del grupo social, explica Reyes (1995, pp. 39-40).

25. La inversión de valores es también una de las características de las comedias burlescas (Arellano, 1995, pp. 644-659). Sirvan como testimonio de transgresiones los casos que siguen: las rupturas de la ilusión escénica se emplean en El mundi nuevo de Suárez de Deza (Buezo Canalejo, 2005, p. 356, nota 37). En La manzana, de Monteser, los personajes mitológicos se representan de manera burlesca (Juno, Venus y Palas son hombres con bigotes o barbas; Cupido está vestido de niño de la Rollona). Respecto del decoro, el Cid y doña Jimena (en Doña Jimena Gómez) introducen en su discurso términos y expresiones vulgares; y los personajes mitológicos de la Mojiganga para la zarzuela de Quinto elemento es amor cantan la cancioncilla de la zangarilleja.

26. Véase Haverkate (1994, p. 180) sobre la ruptura del Principio de Calidad en el Quijote, en el enfrentamiento entre el mundo real y el de los caballeros andantes.

27. Buezo Canalejo, 2005, p. 87.

28. Cabría afirmar que, en estos pasajes, la tautogogía (‘repetición inútil’) intensifica la perogrullada («verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla» según el DLE, s. v.).

29. Véase Buezo Canalejo (1993, § 6) para una tipificación y caracterización de los personajes de mojiganga. De los que menciono aquí, Escabechi se presenta como «mundinovi mayor del Piamonte, coronel de la linterna mágica»; los alcaldes de mojiganga son personajes cómicos, figuras centrales que guían la danza.

30. Ver Albelda Marco (2007, pp. 105-114) para una explicación de la intensificación como estrategia pragmática, que consiste en aumentar el grado de fuerza ilocutiva. Al intensificar, dice Albelda Marco (2007, p. 152), el hablante advierte al oyente «que algo excede el curso normal de las cosas o que él mismo exagera la realidad».

31. La abundancia de signos de intensificación y la variedad de recursos se han señalado características de la conversación coloquial (Briz, 1998, pp. 113-124).

32. González Calvo (1988, pp. 163-173) habla de «contenido superlativo por acumulación» y de textos «elaborados desde la actitud superlativa», como el Soneto a una narizde Quevedo.

33. Pateta es «apodo que se da al cojo o que tiene algún pie o pierna tuerta o encogida». La frase «no lo hiciera o no lo dijera Pateta» sirve para ponderar la disonancia que hace alguna acción, o da a entender que alguna cosa está mal hecha (Aut., s. v.).

34. El profeta Jeremías, contemporáneo de la destrucción del primer Templo por Nabucodonosor, pidió con súplicas al pueblo hebreo que se sometiera para limitar el desastre.

35. Como explica la editora, Licurgo, célebre legislador de los lacedemonios, era hijo de un rey de Esparta. Esparta debió su grandeza a la legislación de Licurgo (Buezo Canalejo, 2005, p. 249, nota 19).

36. Arellano (1995, pp. 651-52) relaciona estas metáforas con las agudezas de apodos y el arte de motejar.

37. Los lobanillos son tumores o hinchazones (Cov., s. v. loba. lobo).

38. Salvadera: vaso cerrado, que se hace de diversas hechuras y materias con unos pequeños agujeros por la parte de arriba, en que se tienen los polvos para echar sobre lo que se escribe, a fin de que se seque y no se borre lo escrito (Aut., s. v.).

39. Sobre los denominados actos disentivos y los procedimientos de expresión del desacuerdo véase Herrero Moreno, 2000.

40. En el caso de esta obra, Doña Jimena Gómez, se interrumpe incluso el “castellano medieval” que se recrea en las intervenciones del Cid y doña Jimena.

41. Remito a Salvador Plans (2004) sobre el uso de lenguajes especiales y lenguas minoritarias en el teatro del Siglo de Oro, y a Carmona Tierno (2013) sobre las funciones —cómica y caracterizadora— que desempeñan las hablas de minorías.

42. Explica la editora en nota que Dominus tecum era una fórmula de saludo que también se empleaba cuando alguien estornuda; Quid inters amice nemo se utilizaba para pedir limosna (Buezo Canalejo, 2005, p. 181).

43. Azuda es la máquina que sirve para sacar agua de los ríos caudalosos (Aut., s. v.).

44. Dar perro (‘hacer trampas’; ‘causar daño al no cumplir lo acordado’); de gorra (‘gratis’; ‘sin ser invitado’); en pelota(s) (‘sin nada’; ‘desnudo’) aparecen en Aut. (s. v. perro, gorra, pelota). En cuanto a poner en solfa, los diccionarios académicos recogen solo la acepción ‘estar alguna cosa hecha con arte y acierto’ hasta la edición de 1899, en la que se incorpora la que pide este pasaje (‘presentarla bajo un aspecto ridículo’), que se mantiene hasta la actual (DLE, s. v. solfa). La expresión condenar en costas (o condena en costas, ‘resolución judicial que impone el pago de los gastos procesales a una de las partes’, DEJ, s. v. condena), no se recoge en los diccionarios generales. Las ediciones del diccionario de la Real Academia Española se han consultado a través del NTLLE (www.rae.es).

45. Buezo Canalejo, 2005, p. 302.

46. Bajtin, 2003, pp. 4-14.

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